La barbarie s¨®lo es culpa de los b¨¢rbaros

Ayer nos sobresaltamos, primero por las redes, despu¨¦s por los telediarios, con unas im¨¢genes en un partido de infantiles en la localidad mallorquina de Alar¨®. Una pelea tremenda, no entre ni?os, sino entre sus padres. Se ven golpes, ataques furiosos, ante la estupefacci¨®n de los ni?os y el intento in¨²til de alguna mujer, tratando de frenar a su marido. Un bochorno general del que, como siempre pasa en estos casos, se han desprendido cr¨ªticas a ¡®la violencia en el f¨²tbol¡¯. Hay una pulsi¨®n en cierta parte de la sociedad que tiende a pensar que el f¨²tbol trae estas cosas. Que hay un germen de violencia intr¨ªnseco a su pr¨¢ctica y a su contemplaci¨®n.

Yo no lo pienso as¨ª. Creo, simplemente, que hay gente muy bestia por ah¨ª, tambi¨¦n en el f¨²tbol, que tanto atrae y a tanta gente concentra. Cada semana tenemos m¨¢s de un caso de un animal que mata su mujer ¡®porque era m¨ªa¡¯. ?Podemos esperar de ese tipo de gente alguna conducta razonable en el f¨²tbol o donde sea? Cada semana hay decenas de peleas y hasta apu?alamientos en las noches del fin de semana, que pasan como algo desdichadamente rutinario en una sociedad crispada. Pero cuando la pelea es con el f¨²tbol por medio, o cerca, es el propio f¨²tbol el que aparece como sospechoso y se ve cubierto de cr¨ªticas ominosas.

La barbarie s¨®lo es culpa de los b¨¢rbaros, y en ese partido de infantiles se juntaron varios. Pero el f¨²tbol tiene unas reglas sabias y un ¨¢rbitro que tutela por ellas. Claro que el f¨²tbol ha cometido errores, el peor de ellos dar lugar a que en muchos campos se concentre en una zona del fondo lo peor de la ciudad para intercambiar ocurrencias. Un ensayo antropol¨®gico aberrante que se intenta corregir. La respuesta no es anatematizar al f¨²tbol, sino localizar a los b¨¢rbaros y aplicarles la Ley. La Federaci¨®n Balear se va a presentar como acusaci¨®n en lo de Alar¨®. Muy bien. Esa es la l¨ªnea. Esa y extender la educaci¨®n por todos los medios.