Una huida repugnante
¡°Ane Santesteban, ciclista ol¨ªmpica, fue atropellada ayer cerca de Errenteria, Guip¨²zcoa. ?Sabes qui¨¦n fue? Tel¨¦fonos: 062 y 112¡±. El mensaje lo colg¨® este viernes la Guardia Civil en su din¨¢mica cuenta de Twitter. Santesteban hab¨ªa sido encontrada inconsciente en el suelo, con la bicicleta perfectamente colocada sobre unos arbustos. Alguien hab¨ªa apartado la bici de la carretera, presuntamente la misma persona que la atropell¨® con su veh¨ªculo y luego se dio a la fuga. Cualquiera de nosotros est¨¢ expuesto a provocar un accidente, a cometer una imprudencia con consecuencias fatales. Es humano. Pero huir del lugar del siniestro y omitir el deber de socorro, que est¨¢ tipificado en la Ley como delito, ya nos sit¨²a en otro escenario diferente. Es una salvajada, una acci¨®n repugnante.
El caso de Ane Santesteban ha trascendido m¨¢s porque es una deportista de ¨¦lite, pero hechos como este suceden por desgracia con mucha frecuencia. El pasado 2 de marzo, Anna Gonz¨¢lez, acompa?ada por 13 familias con casos parecidos, entreg¨® 200.000 firmas en el Congreso con una petici¨®n de reforma del C¨®digo Penal, para ¡°evitar que ninguna muerte en la carretera quede impune¡±. Anna perdi¨® a su marido en octubre de 2013, arrollado por un camionero que continu¨® la marcha y posteriormente fue detenido. Un juez desestim¨® luego la omisi¨®n de socorro, porque el ciclista ya estaba muerto y, por tanto, no hab¨ªa lugar al auxilio. No hace falta tener ning¨²n estudio de Derecho para sentir una decisi¨®n as¨ª como una barbaridad. La Ley necesita una revisi¨®n. Por humanidad y justicia.