Gaspart se ba?a, Sarkozy la l¨ªa en el Camp Nou y Montserrat pide moderaci¨®n
El Bar?a de las promesas. Por muy global que se haya hecho, el Barcelona sigue presentando trazas entra?ables propias del ¡®soci¡¯ de toda la vida. Ese que iba al Gamper con el manique¨ªsmo por bandera que le llevaba a dictar en 90 minutos de un partido amistoso en agosto un veredicto irrefutable que se basaba en o bien ¡°Aquest any s¨ª¡± o ¡°Aquest any tampoc¡±. Hablamos de un barcelonismo rom¨¢ntico, de trinchera y resistencia que aflor¨® el mi¨¦rcoles antes de la gesta contra el PSG. Nadie interpreta mejor ese papel que Joan Gaspart i Solves. Un hombre que se autodefine como un vicepresidente eficiente y un p¨¦simo presidente y que en su dicotom¨ªa entre forofo y ejecutivo manten¨ªa eternos soliloquios p¨²blicos entre su ¡®yo¡¯ socio y su ¡®yo¡¯ p¨²blico para desconcierto, alarma y solaz de los seguidores cul¨¦s.
El ba?o vis. Gaspart representa al cul¨¦ de otra ¨¦poca. Un sufridor que se encerraba en los lavabos del Bernab¨¦u para hablar con la se?ora que los cuidaba porque era incapaz de aguantar la tensi¨®n de un Cl¨¢sico. O que se iba a pasear por el cementerio de Les Corts cuando se jugaban partidos importantes en casa. El que se ba?¨® en el T¨¢mesis a las 4 de la ma?ana tras ganar la Copa de Europa en Wembley y que ayer, tras levantar la eliminatoria se volvi¨® a ba?ar en la Barceloneta reivindicando un barcelonismo de machamartillo.
Organizaci¨®n. Ante ese rebrote de culerismo enraizado en lo que las nuevas generaciones denominan como ¡®levantarecopas¡¯, el parque Natural de Montserrat pidi¨® organizaci¨®n a los seguidores. En Catalu?a es tradicional la promesa de subir al monasterio andando si se cumple un deseo. Sin duda, miles de personas como Gaspart, debieron prometer esa peregrinaci¨®n si su equipo eliminaba a los franceses. Los gestores de la monta?a pidieron en la Redes Sociales que ¡°todos los barcelonistas que prometieron subir a Montserrat no lo hagan el mismo d¨ªa¡±.
Sarkozy. En el otro extremo a Gaspart se podr¨ªa situar a Sarkozy, el expresidente es un furibundo hincha del PSG y el mi¨¦rcoles vio el partido en un palco privado. Cuando Cavani marc¨®, celebr¨® el gol por todo lo alto y algunos le recriminaron. En respuesta, Sarkozy se puso a gritar ?Hala Madrid!. Gaspart y ¨¦l har¨ªan buena pareja.