Tercer tiempo
El bal¨®n besado
El dan¨¦s Durmisi, del Betis, bes¨® el bal¨®n con el que marc¨® el gol al Sevilla. Entr¨® el esf¨¦rico como un verso volado. Luego se esfum¨® el est¨ªmulo b¨¦tico. El Sevilla fue m¨¢s persistente. No juega con besos, ni con versos; el Betis es m¨¢s sentimental, m¨¢s rec¨®ndito. El Sevilla es arrebato, lujuria. El entrenador mismo es un hooligan, un trueno. Sampaoli abraza al equipo con furia. El Betis besa el bal¨®n y vuela dormido.
Los gestos
El f¨²tbol es una colecci¨®n de peque?os secretos. Ese beso al bal¨®n. Esa seriedad de Isco, mordiendo las suplencias. El cabreo latente de Luis Enrique. El cabreo emergente de Zidane. De mi¨¦rcoles a mi¨¦rcoles, fue una semana dif¨ªcil para estos hombres, guardan tanto secreto. Y, sin embargo, est¨¢n expuestos. Tienen dramas cerca ¡ªMessi, Isco, Cristiano¡ªy tienen que simular que nada va mal. Pero a Zidane se le escapa la palabra mierda.
Las palabras
Cuando Zidane dice la palabra mierda es que por dentro regurgita la pasi¨®n triste de no poder decirlo todo. Las memorias de esta temporada del franc¨¦s valdr¨ªan m¨¢s que las de un d¨ªa de Sigmund Freud. Cuando a la gente le extra?a que Luis Enrique se cabree es que no se mira al espejo: ?qu¨¦ har¨ªa cada uno de nosotros con tanta intensidad? Comprender al entrenador deber¨ªa ser una asignatura del periodismo.
El sitio de Isco
Le dec¨ªa a un sabio del f¨²tbol: que Isco est¨¦ triste es natural, lleva f¨²tbol en las botas, y ¨¦stas no hablan tanto como ¨¦l quiere. Futbolistas as¨ª son el resultado de a?os de buen f¨²tbol, desde Eulogio Mart¨ªnez a Zidane: capaces de hacer del campo un directorio de jugadas bellas. Si no juega es l¨®gico que se tiente el cuerpo pensando en el futuro. Y en otro sitio lo est¨¢n esperando con el campo abierto.
Sampaoli
Y se ir¨¢, y se quedar¨¢n los p¨¢jaros cantando, como dice Juan Ram¨®n, el poeta. El f¨²tbol es un gran juego, pero el coraz¨®n s¨®lo sufre en casos muy aislados, en gente como Roncero y otros con el diapas¨®n m¨¢s bajo. Los aficionados sufrimos, los entrenadores y los jugadores llevan los colores que convienen. ?Corre Sampaoli porque naci¨® sevillista? Sevillista naci¨® el Nervi¨®n. Correr¨ªa igual por las rampas del Bar?a.
Fidelidad y t¨¦cnica
Pero no significa eso que gente as¨ª, como Sampaoli, Luis Enrique, Zidane, y tantos que no son de la cantera no sean fan¨¢ticos de sus equipos. El f¨²tbol exige fidelidad y t¨¦cnica. Sampaoli es un maestro, triunfa en el Sevilla. Est¨¢ satisfaciendo la fidelidad y la t¨¦cnica. Si cambia de club ser¨¢ fiel, igualmente, a la pasi¨®n sin la cual no hay f¨²tbol. Miren a Garitano, apasionado del Deportivo, y¨¦ndose triste.
C¨¢tedra Valdano
Este es el caso principal del f¨²tbol responsable, Jorge Valdano. Se fue de banquillos y de directivas. Su fidelidad ahora es el f¨²tbol de palabra de honor. Le escuch¨¦ retransmitir el partido Atl¨¦tico-Bar?a. Conozco pocas voces de las que uno salga amando el f¨²tbol pase lo que le pase a tu equipo. Tiene una precisi¨®n entusiasta para explicar el f¨²tbol, como Vargas Llosa para explicar los libros. C¨¢tedra Valdano.
All¨¢ arriba
Ahora LaLiga es otra cosa. Empieza LaLiga de los aficionados y los futbolistas. Los entrenadores ya vendieron el pescado. Y la cer¨¢mica. Ese cetro del Real Madrid, tan seguro antes, depende de su suerte. Y es obvio que tiene a Dios de su lado, como anoche en Vila-real. All¨¢ arriba hay un arrebato; del Sevilla depende ese campanario que guarda un paquete de secretos. Atenci¨®n.
La frase
¡°El hombre es un peque?o paquete de secretos¡±
Malraux, escritor franc¨¦s, autor de ¡®La condici¨®n humana¡¯