Nadal-Federer, un regalo para el tenis
Por toda Espa?a volaban los mensajes: ¡®Va ganando¡¯, ¡®Ahora ha perdido un set¡¯, ¡®Est¨¢n 3-3 en el cuarto¡¯... ¡®?Gan¨®!¡¯ Todo el pa¨ªs pendiente de esta resurrecci¨®n de Nadal, que desde hace alg¨²n tiempo se esperaba... o se desesperaba, seg¨²n el grado de optimismo de cada cual. Nadal no es mayor, pero ha jugado con tal compromiso, tan a revientacalderas, que muchos tem¨ªamos (yo me incluyo) que esto ya no tuviera vuelta atr¨¢s. Pero la ha tenido. Lo de ayer fue otra vez un despliegue del mejor Nadal, con sus puntas de juego, sus vaivenes, sus derroches, su resistencia fan¨¢tica a entregarse. As¨ª cinco horas, hasta derribar por fin a Dimitrov.
Queda la final, claro. La final contra otro resucitado, Federer. Nadal tiene 30 a?os y viene de dos meses y medio parado por una lesi¨®n de mu?eca, un episodio m¨¢s entre varias dolencias que lleva tiempo sufriendo. Federer tiene 35 a?os y viene de seis meses parado por una rodilla. Su regreso casi sorprende m¨¢s, a pesar de su infinita calidad. El otro d¨ªa nos recordaba Juan Mora en su art¨ªculo de AS que en este ¨²ltimo tiempo ha desarrollado una potencia nueva. Su clase le habilita para manejar con precisi¨®n una tensi¨®n de raqueta que le permite colocar unos ca?onazos que no estaban en su repertorio. Se planta en esta final con 88 ¡®aces¡¯.
Este Nadal-Federer es un regalo para el tenis. Ya no esper¨¢bamos verles as¨ª, en una final de un Grand Slam. La ¨²ltima vez que se enfrentaron en un partido de este rango fue en Roland Garros de 2011, hace cinco a?os y medio. El propio Federer dijo con simpat¨ªa, tras ganar su semifinal y ante la posibilidad de encontrarse con Nadal, que ¡®ya pensaba que no jugar¨ªamos m¨¢s que partidos de caridad.¡¯ Incluso hablaron de ello cuando ¨¦l acudi¨® a la inauguraci¨®n de la Academia de Nadal en Mallorca. Pero los dos han vuelto y se enfrentan en un partido en todo lo alto, que desempolva del recuerdo tantos choques gloriosos. ?Qu¨¦ gran d¨ªa nos espera!