Monchi, restaurador de antig¨¹edades
Viendo el gol de Jovetic que derrot¨® al Madrid por primera vez tras cuarenta partidos, pens¨¦ que Monchi ha acertado otra vez. Era su segundo gol al Madrid en cuatro d¨ªas, las dos veces saliendo desde el banquillo. El jueves, pr¨¢cticamente sin un entrenamiento con los suyos. Jovetic, que llevaba sin marcar un gol desde abril y ven¨ªa de apenas jugar en el Inter, representa el modelo quiz¨¢ m¨¢s frecuente en los ¨¦xitos de Monchi: jugadores de comienzo prometedor y cotizados, ca¨ªdos en un bache, comprados por el Sevilla por poco dinero y con un rendimiento deslumbrante despu¨¦s. Como Nasri, que a Guardiola no le val¨ªa para el City y ah¨ª est¨¢.
Casos as¨ª hay tantos (Rami, Banega, el hoy lesionado Tremoulinas, Luis Fabiano, Maresca, M¡¯Bia... la lista es interminable) que ya veo a Monchi como uno de esos restauradores de muebles antiguos que escarban el entorno en busca de joyas arrumbadas en viejos caserones, los compran y los devuelven al esplendor de tanto tiempo atr¨¢s. En general, el Sevilla compra barato y vende caro. Pero adem¨¢s se atreve con jugadores que se dir¨ªa que han perdido el tren. Eso le permite mantenerse arriba, y ya van diez a?os. No tiene miedo a vender, porque sabe que casi todas las compras que haga ser¨¢n un acierto. Ahora hasta piensa en la Liga.
Es Monchi, pero no es s¨®lo eso. En el Sevilla hay un ambiente de trabajo que implica a mucha gente, en la pr¨¢ctica a todo el club, de modo que el Jovetic o Nasri de turno que llega encuentra un biotopo ideal. El club funciona bien, sin par¨¢sitos, sin envidias, con las tareas bien distribuidas, con unidad de prop¨®sito, con un muy positivo entusiasmo por la cosa bien hecha, sin m¨¢s lacra que los ¡®biris¡¯. Y sabe elegir entrenadores. Ahora brilla con Sampaoli, apuesta arriesgada donde las haya. No s¨¦ si el Sevilla llegar¨¢ a ganar esta Liga (el Madrid tiene muy buena segunda vuelta) pero est¨¢ dando, un a?o m¨¢s, un ejemplo de tarea bien hecha.