PREMIOS AS DEL DEPORTE
La reina llega del oeste
Ninguna victoria en los Juegos Ol¨ªmpicos tuvo m¨¢s trascendencia en t¨¦rminos de cultura deportiva que la de Carolina Mar¨ªn en b¨¢dminton.
Ninguna victoria en los Juegos Ol¨ªmpicos tuvo m¨¢s trascendencia en t¨¦rminos de cultura deportiva que la de Carolina Mar¨ªn en b¨¢dminton, un deporte practicado masivamente en el Sur y el Este de Asia, con lo que eso significa de superpoblaci¨®n y hegemon¨ªa hist¨®rica. La estad¨ªstica y la falta de tradici¨®n juegan contra el resto del mundo. Fuera de Dinamarca, donde el b¨¢dminton ha alcanzado un sorprendente rango de popularidad, es casi imposible encontrar figuras capaces de medirse contra las estrellas de India, Indonesia, China o Corea del Sur. En este contexto s¨®lo es posible explicar la trascendencia de Carolina Mar¨ªn desde la genialidad y la ausencia de complejos.
Carolina Mar¨ªn no gan¨® por sorpresa la final en R¨ªo. Avisaba desde ni?a. Hab¨ªa algo especial en ella desde que comenz¨® a jugar al b¨¢dminton en Huelva. Ten¨ªa ocho a?os y nadie en Espa?a pod¨ªa anticipar que aquella chiquilla superar¨ªa una por una a las mejores jugadoras del imperio del Este. En muchos aspectos, Carolina Mar¨ªn es la ¨²ltima y perfecta representante de una peculiar raza de pioneros en Espa?a, campeones que irrumpieron en un medio apenas existente y terminaron conquistando el mundo, con consecuencias extraordinarias para el deporte: Manolo Santana en el tenis, Seve Ballesteros en el golf o ?ngel Nieto en el motociclismo, entre otras leyendas que surgieron en condiciones adversas.
Desde que comenz¨® a impresionar en la categor¨ªa junior, Carolina Mar¨ªn no se ha detenido. Una carrera fulgurante la ha llevado a consagrarse como un mito en el Oriente asi¨¢tico, donde ya es casi m¨¢s una estrella pop que una campeona de b¨¢dminton. Dos t¨ªtulos mundiales y las victorias en los torneos m¨¢s importantes del circuito significaron algo m¨¢s que un milagro. Espa?a ha descubierto el badminton a trav¨¦s de una zurda genial, capaz de desafiar al viejo establishment mundial y triunfar donde se antojaba insospechado: en los Juegos Ol¨ªmpicos