Chapecoense, campe¨®n de Sudam¨¦rica
Bilardo, extravagante en tantas cosas, se libraba del acoso de las c¨¢maras a su banquillo protegi¨¦ndose con un cartel de l¨ªneas a¨¦reas. Un d¨ªa me explic¨®: ¡°Al ver publicidad, la c¨¢mara se retira. Y, para el momento que sale, pongo una l¨ªnea a¨¦rea, porque el f¨²tbol le debe mucho a la aviaci¨®n¡±. Y es verdad: el f¨²tbol le debe mucho a la aviaci¨®n. Como tantas otras actividades, no ser¨ªa lo mismo sin ella. Pero de cuando en cuando hay que pagar un tributo a la osad¨ªa de volar. Tambi¨¦n el f¨²tbol. Desde el ¡®Grande Torino¡¯ del 49 hasta este apenas conocido, pero ya grande, Chapecoense, se ha visto peri¨®dicamente sacudido con alguna tragedia as¨ª.
Este club tan tr¨¢gicamente golpeado est¨¢ empezando a asomar al f¨²tbol mayor. Chapec¨® es una ciudad menor del estado de Santa Catarina, al sur de Brasil, que con buen empe?o elev¨® su equipo de Cuarta a Primera en s¨®lo seis a?os. Y sigui¨®: ahora viajaba a Medell¨ªn para medirse con el Nacional en el partido de ida de la Copa Sudamericana, que all¨ª equivale a nuestra Europa League, la que gana tanto el Sevilla, para entendernos. Esos partidos ya no se celebrar¨¢n. Y el Nacional, en un gesto espont¨¢neo y bello, ha pedido desde su web que se proclame campe¨®n al equipo accidentado. Es de suponer que la CONMEBOL ser¨¢ sensible al pedido.
Este drama afecta a muchas m¨¢s personas. Ha habido 71 fallecidos, entre ellos 20 periodistas, enviados especiales para contar la aventura ilusionada del equipo modesto, metido en lides internacionales. M¨¢s adelante se conocer¨¢n las razones del accidente y las causas por las que no pudieron viajar en el ch¨¢rter programado, pero hoy no toca. Hoy toca acompa?ar en el silencio y el dolor a los que han sufrido m¨¢s de cerca esta tragedia y de felicitarse por gestos de solidaridad como el del Nacional o como el de todos los clubes brasile?os, que se han puesto desde el minuto cero a la tarea de reconstruir cuanto antes al Chapecoense.