?Puede Muguruza ser la princesa heredera del WTA Tour?
Maria Sharapova y su ambici車n rubia han desaparecido hasta nueva orden, Serena Williams cumple 35 a?os en unas horas y Venus ya rebas車 los 36. El valor de mercado de Angelique Kerber (28), Agnieszka Radwanska (27) o Simona Halep (24, al borde de los 25) resulta manifiestamente mejorable. ?Cabe extra?arse, entonces, de que el WTA Tour, el Tour femenino, depositara en Garbi?e Muguruza los mejores deseos como nueva 'Gran Esperanza Blanca?
Pues no, claro. Con 22 frescos a?itos, finalista en Wimbledon 2015 y campeona de Roland Garros en 2016, con dos finales jugadas sobre cuatro eventos de Grand Slam, Muguruza exuda carisma, imagen multicultural y potencial de mercado. La Agencia IMG, la modista Stella McCartney, Adidas, Chris Evert, el BBVA... adivinaron una veta de oro puro en la espa?ola de Caracas, la hija de Jos谷 Antonio Muguruza y Scarlet Blanco. Durante los Juegos de R赤o sobrevino un frenes赤 'intern谷tico' a la busca de p芍ginas con fotograf赤as de Garbi?e Muguruza. Pero...
Pero Garbi?e Muguruza, eliminada en cuartos de Tokio por la pulcra y gris Svitolina... solo ha ganado ocho partidos desde que bati車 a Serena Williams en la final de Roland Garros. Fue derrotada tan pronto como en su segunda aparici車n en torneos como Wimbledon, US Open( o ahora en Tokio), y cerr車 los Juegos con un demoledor doble 1-6 que le propin車 la inminente campeona M車nica Puig. La mayor parte de esas derrotas han llegado con un inquietante aire ciclot赤mico: Sevastova la ape車 del US Open tras un parcial huracanado de 0-7, tan poco concebible como esa misma paliza que recibi車 de Puig. En Tokio, Garbi?e firm車 su 'vendetta' ante Sevastova en un buen partido (doble 6-3)... menos de 24 horas antes de arrancar en cuartos ante Svitolina como con un ala rota y bajo una losa de 0-5. A迆n gan車 el segundo set, pero se despe?車 tras un carrusel de 'breaks' en la segunda manga. Ante Svitolina (n迆mero 20), Garbi?e se vio obligada a gestionar 13 puntos de rotura en contra. Salv車 siete, pero el peso de esa mochila acab車 sepultando sus aspiraciones en Tokio. Svitolina ni pas車 de la siguiente ronda, abatida por Naomi Osaka, que juega la final con la renacida Wozniacki.
Justo un a?o despu谷s de ponerse a las 車rdenes t谷cnicas de Sam Sumyk, tras el despido de Alejo Mancisidor, y con IMG al control de sus pasos de imagen, la trayectoria de Garbi?e no desconcierta: es un puro diente de sierra. Y eso que su juego directo y plan (sin apenas golpes cortados o defensivos) han cambiado bien poco. Basta con examinar los resultados, sus vaivenes y sus circunstancias, todo un Test de Rohrschach que arroja una imagen de escasa defensa emocional ante la presi車n que recibe quien, en efecto, podr赤a tiene derecho a sentirse como gran princesa heredera del WTA Tour, la nueva reina de la colmena.
Pero Garbi?e no es una "killer", una "natural born killer" como puedan serlo las Williams. Es una maravillosa persona, un estupendo ser humano... que a迆n no ha cumplido 23 a?os. En solo meses, Garbi?e Muguruza ha tenido que olvidarse de jugar sin presi車n, ha tenido que olvidar Venezuela, se alej車 de la sombra paternal de Mancisidor, pas車 a ser la ni?a predilecta de Stella McCartney, se ha sentido a las puertas del trono tras pisar las finales de Wimbledon y Roland Garros. ?Es demasiado para una chica joven de Caracas tan amante de la vida y los ritmos latinos? ?O es lo que est芍 llamada a conseguir, en definitiva, la campeona de Roland Garros que supo cazar a Serena Williams, este acorazado long赤lineo 'Garbi?e' que emite disparos directos e irresistibles? Sobre la soluci車n a esas dudas descansa el futuro de la tercera tenista mundial. Y solo Garbi?e Muguruza Blanco puede responderse y responder a esas preguntas.