El adi¨®s ol¨ªmpico de Roma
Primero se cay¨® Toronto, cuando su ayuntamiento vot¨® en contra de presentar a la ciudad candidata a los Juegos de 2024. Despu¨¦s quien se retir¨® fue Hamburgo, tras ser elegida por el Comit¨¦ Ol¨ªmpico Alem¨¢n ante Berl¨ªn, una vez que el refer¨¦ndum realizado a los ciudadanos tuvo un resultado adverso. Ahora quien se va es Roma, cuando ya el proceso de elecci¨®n est¨¢ tan avanzado que falta menos de un a?o para que el Comit¨¦ Ol¨ªmpico Internacional (COI) decida la sede de los Juegos de 2024. Entre medias tambi¨¦n ha habido m¨¢s ciudades que se han ido dando de baja, pero con proyectos menos avanzados. Esto es normal. El problema para el COI es la marcha atr¨¢s de las ciudades mencionadas, porque supone todo un bofet¨®n.
Unas veces son los ciudadanos quienes no lo ven claro; otras, los ayuntamientos, a los que no les salen las cuentas; en la mayor¨ªa de los casos, tienen otras prioridades. A Roma le sucede un poco de todo. Desde luego su alcaldesa lo tiene claro: no quiere hipotecar la ciudad por unos Juegos. ?Pero no son un negocio? Es lo que vende el COI. Los Juegos comienzan a estar tocados. No digamos ya los de Invierno. Para la edici¨®n de 2022 solo hay dos candidaturas: Pek¨ªn y Almaty, tras la retirada de Oslo, una vez que el gobierno noruego retirara sus garant¨ªas financieras a la vista de que los Juegos podr¨ªan dejar cuantiosas p¨¦rdidas. S¨®lo dos candidaturas a los Juegos de Invierno de 2022, s¨®lo tres a los de Verano de 2024... Esto no marcha