Champions, orgullo de la Vieja Europa
Este continente de nuestros pecados ha hecho muchas cosas buenas. Los griegos con su filosof¨ªa, los romanos con su derecho y sus carreteras, la Iglesia con sus catedrales, los ingleses con sus ferrocarriles... Muchas cosas grandes. Y tambi¨¦n, como dijo Sacchi, la m¨¢s importante de las cosas peque?as: el f¨²tbol. Y dentro de ¨¦l, su m¨¢xima expresi¨®n, la Champions, evoluci¨®n feliz de la vieja Copa de Europa. El f¨²tbol lo inventaron los ingleses, como casi todo el deporte moderno. Pero fueron los franceses quienes le dieron el mejor uso: ellos inventaron la Copa de Europa, el Tour, los Juegos Ol¨ªmpicos...
Aquella competici¨®n que naci¨® igualitaria, enfrentando a ida y vuelta a los campeones de todos los pa¨ªses, ha evolucionado con el tiempo, derivando en un club que pone en la entrada el ¡®reservado el derecho de admisi¨®n¡¯. Se ha ido quedando para una elite, de modo que los pa¨ªses ricos (en f¨²tbol nosotros lo somos) llevan hasta cuatro equipos, mientras que a los campeones de muchos pa¨ªses se les deja fuera con filtros imposibles que les van depositando en la Europa League, eso a los m¨¢s afortunados. Jugar la Champions es, en s¨ª, timbre de gloria. Todo futbolista que se precie necesita estar en ella.
Esta competici¨®n, m¨¢s su hermana menor, la Europa League, sirven para componer el R¨¢nking UEFA de campeonatos nacionales. Se cuentan los resultados de los ¨²ltimos cinco a?os. Ah¨ª se ve que LaLiga gana con holgura (84,999 puntos) a la Bundesliga (66,606) y a la Premier (65,034), algo por lo que podemos sentirnos leg¨ªtimamente orgullosos. A la hora de debatir cu¨¢l es la mejor Liga del mundo, no encuentro par¨¢metro m¨¢s v¨¢lido. Hoy sonar¨¢ otra vez esa sinton¨ªa familiar, veremos en los c¨ªrculos centrales el bal¨®n-logo de la Champions y volveremos a sentir el privilegio de ser europeos.