P¨¦kerman versus Zidane
Dos im¨¢genes corroboran que James recibe en Colombia lo que carece en el Madrid. La primera, el 10 con la cinta de capit¨¢n, apoder¨¢ndose del sector derecho de la cancha del estadio Metropolitano de Barranquilla. Claridad para pasar el bal¨®n, desequilibrar desde lo t¨¦cnico y liderar un partido en el que la estad¨ªstica lo dej¨® con un gol y una asistencia. El rival era Venezuela, ¨²ltimo en la tabla, pero tambi¨¦n uno de los equipos que m¨¢s complica a Colombia en casa. El empate era imperdonable. Presi¨®n desde la Prensa y los seguidores a la que respondi¨® no s¨®lo con f¨²tbol sino con madurez.
La segunda postal es el abrazo entre James y P¨¦kerman. Respeto, comuni¨®n y gratitud porque la estrella de los 80 millones de euros tambi¨¦n necesita contenci¨®n y gu¨ªa cuando el ruido desconcentra. No tuvo un partido perfecto (incluso err¨® un penal), pero creci¨® con el paso de los minutos, domin¨® la impaciencia que a veces juega en su contra y termin¨® siendo figura. El t¨¦cnico argentino tiene la experiencia para potenciar sus condiciones desde la t¨¢ctica y transformar sus frustraciones en hambre de revancha personal. En Colombia James sonr¨ªe, gran diferencia.