Espa?a, f¨²tbol, Juegos y medallero
Napole¨®n dec¨ªa que para ganar la guerra hac¨ªan falta tres cosas: dinero, dinero y dinero. En deporte, que es la continuaci¨®n de la guerra por otros medios, tambi¨¦n se gana con esas tres cosas, as¨ª que es normal que cada cuatro a?os EE UU sea primera en el medallero. Espa?a es estupenda en f¨²tbol, particularmente en el de clubes, ?porque mete mucho dinero en ¨¦l. En los deportes ol¨ªmpicos, no tanto. Cardenal y Blanco coinciden en decir que nuestra actuaci¨®n (puesto catorce) ha sido buena, aunque en t¨¦rminos de econom¨ªa somos los und¨¦cimos del mundo. Y sin embargo, tienen raz¨®n.
Tienen raz¨®n porque aunque seamos la und¨¦cima econom¨ªa, la inversi¨®n ol¨ªmpica no es de ese rango. En este ciclo ol¨ªmpico, el Estado ha invertido 177 millones, a los que se han sumado otros 311 en patrocinios privados. Es decir: Espa?a ha puesto en estos cuatro a?os para el deporte ol¨ªmpico una cantidad equivalente a dos terceras partes del presupuesto del Madrid o del Bar?a para una sola temporada. Cuesti¨®n del gusto nacional. Espa?a hace por el f¨²tbol sacrificios que no hace por ninguna otra cosa. Desde tiempo inmemorial, todos los deportes le miran por eso con recelo.
Blanco se ha quejado mucho de los recortes del Gobierno a las federaciones, que intent¨® paliar con el apoyo de la UCAM, que ha becado a 55 de nuestros 306 ol¨ªmpicos. Cardenal, por su parte, alivi¨® los recortes metiendo en los derechos de televisi¨®n del f¨²tbol una especie de impuesto de solidaridad, el 1% del total. Parece poco, pero no es balad¨ª. Para el pr¨®ximo ciclo ol¨ªmpico eso va a suponer m¨¢s de 60 millones. Pero al tiempo, el plan ADO, principal aporte de dinero en patrocinios, est¨¢ en peligro. En fin, ser ol¨ªmpico espa?ol es dif¨ªcil. Reman r¨ªo arriba. As¨ª visto, ser el catorce est¨¢ bien.?