Ocho goles en honor de Gento y Kopa
Gento y Kopa salieron a hacer a d¨²o el saque de honor, entra?able y emotivo momento, y sus nietos se lo agradecieron como mejor se agradecen las cosas en f¨²tbol: con goles. Por un rato, casi apeteci¨® que el partido acabara 4-3, como lleg¨® a estar ya bastante avanzado el segundo tiempo (4-3 gan¨® el Madrid aquella primera final al Stade de Reims) pero Mariano, un chico que tiene el gol entre ceja y ceja, lo desbarat¨®. Y nadie se lo va a reprochar. Fue de los que m¨¢s gustaron, dentro de ese concurso de cantera que fue la ¨²ltima media hora, en la que tambi¨¦n luci¨® Enzo Zidane, con maniobras dignas de su egregio padre.
Pap¨¢ Zidane dio oportunidades a todos, consciente de que el d¨ªa no se lo querr¨ªa perder nadie. Le levant¨® el arresto a James y este se lo agradeci¨® con un partido esforzado, varias maniobras limpias, y un gol. El Bernab¨¦u empez¨® mir¨¢ndole con cierta desconfianza, pero acab¨® entreg¨¢ndosele. Cerca de ¨¦l, Asensio volvi¨® a agradar, jugando por la izquierda, y en el lado derecho Bale mostr¨® su poder¨ªo. Se le vio a punto para los esfuerzos de Anoeta, donde a¨²n faltar¨¢n Benzema y Cristiano. Morata dej¨® ver cierto aire melanc¨®lico, que quiz¨¢ espante gracias a que por fin marc¨®, con un cabezazo cient¨ªfico.
Todo fue agradable, en fin. El Madrid apret¨® arriba y afloj¨® mucho atr¨¢s, lo que dio ocasi¨®n al Stade de Reims para desplegarse de cuando en cuando, llegar, rematar y marcar hasta tres goles, todos pulcros, pero todos mal defendidos. Ese relajo atr¨¢s resultar¨ªa criminal cualquier otro d¨ªa, pero en una noche de exhibici¨®n general y con un invitado tan ilustre como Kopa en el palco casi fue de agradecer. F¨²tbol amistoso, agradable, del que se deja ver, sin faltas ni malos modos, todos tan amigos y confidencias all¨¢ arriba, en el palco, entre Gento y Kopa. De eso se trataba. Un homenaje del Madrid a su mejor recuerdo.
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