Una buena manera de saludar al futuro
El pasado. El pasado no ha sido malo, ni mucho menos, para la Selecci車n espa?ola de f迆tbol. Pero ha estado en riesgo: como el f迆tbol espa?ol no es distinto al pa赤s en el que vivimos, hemos corrido el riesgo del borr車n y cuenta que sucede en la pol赤tica, viene un Gobierno de un color y borra todos los colores (incluso los buenos) del otro. El fracaso de Francia ha sido como la pena de Francia, que la hemos cargado como si fuera (perd車n por la exageraci車n) la derrota del 98. Nac赤a, pues, una generaci車n derrotada, cuando fue triunfante tres veces. Entre los sacrificados de ese des芍nimo estaba Vicente del Bosque; y no s車lo el entrenador seleccionador, sino todo lo que hizo y todo lo que fue ese equipo maravilloso de amigos de Xavi y de Iker.
El abrazo. Para mayor simbolog赤a, el calvario termin車 como el rosario de la aurora: dos de los grandes protagonistas de esa historia, Vicente e Iker, dejaron de hablarse hasta por carta#, hasta que rein車 la raz車n de la historia de lo que hab赤an vivido, se abrazaron en el campo de juego (esta vez, sin jugar, sin entrenar) y hubo paz donde antes tambi谷n hubo gloria. Ese abrazo sell車 lo mejor de la historia del f迆tbol espa?ol, primero con Luis Aragon谷s (e Iker y Xavi, sin Ra迆l, qu谷 le vamos a hacer) y despu谷s con Vicente del Bosque (esta vez con Iker y con Xavi, primordialmente, y con Andr谷s Iniesta). De modo que lo que fue, en efecto, primero un fracaso y despu谷s un drama se convirti車 en un alivio y en una esperanza de que el f迆tbol tambi谷n se hiciera con buenas palabras, y no con desplantes.
Vor芍gine. Pero en medio de la vor芍gine algunos tuvieron la tentaci車n de romper la historia para empezar de nuevo. El adanismo es una de las malas artes de la vida, en el f迆tbol y no tan s車lo en el f迆tbol, en la pol赤tica tambi谷n sucede. Y quienes quisieron que desaparecieran los hombres y sus estilos (y el estilo saludable de la Selecci車n) se impusieron la tarea de borrar vestigios sugiriendo que a Del Bosque lo sucediera eso, una vor芍gine.
Sensatez. A algunos (no s車lo a los que quer赤an la vor芍gine) les habr芍 parecido contradictorio con la historia que el presidente de la Federaci車n Espa?ola de F迆tbol, ?ngel Mar赤a Villar, haya sido quien trajera la sensatez a este episodio dram芍tico, o traum芍tico, que ha tenido la Selecci車n. El nombramiento de Julen Lopetegui es una declaraci車n de principios y, sobre todo, una se?al de respeto al lenguaje con el que se hab赤a comportado este equipo humano. La Selecci車n no s車lo eligi車 el camino del f迆tbol bello, sino que atrajo lo mejor del lenguaje del f迆tbol. Hablar es una manera de jugar, o m芍s bien refleja la virtud del mejor juego: concentraci車n, respeto por los otros y respeto por las reglas, 谷ticas y est谷ticas, que se dan los grupos humanos. Lopetegui representa esa manera de ser, tambi谷n esa manera de actuar. Lo demostr車 en el primer minuto de su primer saludo. Su saludo a Del Bosque reconforta en este pa赤s (y en este deporte) de borr車n y cuenta nueva. Bienvenido el pasado, bienvenido el futuro, abrazados por la historia.