El ¡®Pr¨ªncipe bleu¡¯ no tuvo estrella
En el minuto 9 de la final, Griezmann dibuj¨® un remate de cabeza maravilloso que frustr¨® Rui Patr¨ªcio en su camino a gol. Se pudo interpretar esta acci¨®n de talento como el inicio del gran d¨ªa del Principito franc¨¦s en Saint-Denis. Francia necesitaba su f¨²tbol h¨¢bil, ingenioso e incisivo para compensar y dar sentido al soberbio potencial f¨ªsico de Pogba y Sissoko. Era Griezmann contra Cristiano y, ca¨ªdo en batalla el portugu¨¦s, Griezmann al poder. Pero no fue as¨ª. Portugal atrap¨® al crack en una red invisible hasta endemoniarle. S¨ª, porque no debe olvidarse que, en el minuto 65, Griezmann remat¨® de cabeza por encima del larguero a cuatro metros de Rui Patr¨ªcio, y sin marcaje. Adem¨¢s de clase, que no se le discute, hay que tener estrella. No era el d¨ªa.
Francia interioriz¨® la evidencia del mal d¨ªa de Griezmann, entrando en p¨¢nico. Tanto que Deschamps quit¨® a Giroud para meter a Gignac en busca de nuevas soluciones. La euforia local se atemper¨®. Francia empez¨® a sospechar que Portugal quer¨ªa m¨¢s cuando vio entrar al campo a ?der. El partido al asalto con bayoneta calada que plantearon los ¡®bleus¡¯ no funcionaba. Ah¨ª le faltaron a Francia recursos imaginativos, talento quiz¨¢s, una chispa que no tuvo Griezmann. El cuento del ¡®Pr¨ªncipe bleu¡¯ no tuvo un final feliz en Saint-Denis.