McGovern y Bale, dos tipos felices
F¨ªjense en las fotos que Gareth Bale pone en sus redes sociales. Como se sabe, nada es improvisado cuando se trata de la imagen de una estrella como el gal¨¦s. Pero los que dirigen su representaci¨®n social insisten en un par de ideas que a ¨¦l le parecen naturales y con las que se siente a gusto. Le han dicho que muestre su trabajo (como cuando se le vio en la m¨¢quina de crioterapia a 161 grados bajo cero que, como proceso de recuperaci¨®n, debe ser doloroso) y que comparta su felicidad. As¨ª que se fotograf¨ªa encantado con sus compa?eros de selecci¨®n, siempre con una sonrisa que se le sale del rostro. Bale se hizo futbolista para esto: para ganar partidos, ¨¦l solo y en compa?¨ªa, para celebrarlo con los amigos, para que los partidos tuvieran mucho significado. No soporta la pol¨ªtica de vestuario, los liderazgos postizos, las decisiones que se alejan del f¨²tbol. Bale disfruta con Gales, donde se le deja ser lo que quiera sin olvidar que, como normalmente le quedan fuerzas para jugar otro partido si lo hubiera, debe echar para atr¨¢s para ayudar al amigo que no llega. Se parece mucho a lo que hac¨ªamos en el patio del colegio.
En el otro equipo, tambi¨¦n lleno de tipos felices, hay un portero que de momento est¨¢ sin equipo, Michael McGovern, presente como Bale en el mejor once de la fase de grupos seg¨²n L¡¯Equipe y cuyo cometido consistir¨¢ en ser el ¨²ltimo obst¨¢culo de una selecci¨®n que defender¨¢ en su ¨¢rea. La Eurocopa nos ha regalado un enfrentamiento entre futbolistas puros.