Otro atentado a una pe?a del Madrid
Por segunda vez en menos de un mes, una pe?a madridista de los alrededores de Bagdad ha sido atacada, con el resultado de muchas muertes. Doce, seg¨²n las primeras noticias. La misma din¨¢mica: entran los terroristas con metralletas y disparan a mansalva. En este caso ocurri¨® entre la pr¨®rroga y la tanda de penaltis. La otra vez hubo dudas de si se trataba de un ataque contra ¡®futboleros¡¯ o contra chi¨ªes. Empiezan a quedar pocas dudas. Dos puntos definen una l¨ªnea. El ISIS pone al f¨²tbol en su punto de mira, lo identifica como un signo m¨¢s de lo que ellos entienden como degeneraci¨®n occidental.
Peste de gente, que parece estar contra cualquier diversi¨®n, por inocente que sea, y el f¨²tbol lo es. Se ha extendido por todo el mundo porque gusta mucho y porque ha hecho mucho bien. Desde el a?o 1930 hay Copa del Mundo, que ha servido, igual que el Movimiento Ol¨ªmpico, de abrazo entre todos los pueblos. Esta Copa de Europa que ha vuelto a ganar el Madrid cosi¨® nuestro continente a s¨®lo diez a?os del final de la II Guerra Mundial. Reuni¨® a comunistas y capitalistas, a monarqu¨ªas y rep¨²blicas, a democracias y dictaduras, a cat¨®licos, ortodoxos, protestantes y hasta musulmanes. El f¨²tbol es bueno.
Pero estos dementes saben que naci¨® en Europa y... Da la impresi¨®n de que si pensaran que la rueda se invent¨® en Occidente atacar¨ªan a todos los que las pusieran en el coche. La leg¨ªtima fiesta que se dio el madridismo anoche se desarroll¨® bajo esa sombra, la de esos correligionarios tan lejanos que han pagado el precio m¨¢s caro por su afici¨®n. El Madrid es bandera del f¨²tbol, qu¨¦ mejor objetivo, habr¨¢n pensado esos asesinos locos. Vivimos en un mundo en el que una minor¨ªa fan¨¢tica condena nuestra forma de vivir, nuestra forma de entretenernos. Conviene que no olvidemos eso.