En busca de detalles que dibujan una rivalidad
Real Madrid - Atl¨¦tico en directo
En San Siro se usan tres vestuarios, dos de local y el de visitantes. Mil¨¢n es, a d¨ªa de hoy, la ¨²nica ciudad que tiene dos clubes campeones de Europa. All¨ª, la capital de Espa?a puede convertirse en la segunda si esta noche vence el Atl¨¦tico de Madrid a su todopoderoso vecino.
Estuve en aquel estadio hace justo 10 a?os, viendo precisamente un Mil¨¢n-Inter que se adelant¨® al viernes porque los rossoneri ten¨ªan la semifinal de Champions contra el Barcelona de Ronaldinho. Italia a¨²n no se hab¨ªa desmoronado en el panorama futbol¨ªstico y el campo rebosaba estrellas de primer nivel. Hubo mucha pasi¨®n t¨ªpica de un derbi y los milanistas, entrenados por un Ancelotti que ya sonaba para el Real Madrid, ganaron 1-0 un partido dominado por las defensas.
En aquella grada comprend¨ª r¨¢pido lo diferentes que son los gustos futbol¨ªsticos italianos. Todo el estadio vivi¨® al borde del infarto un partido que en el resto del planeta la mayor¨ªa tachar¨ªa de aburrido por la falta de goles. La afi ci¨®n del Mil¨¢n, que le tocaba ser local, valoraba con sonoros aplausos o gritos de pasi¨®n acciones defensivas, casi por encima de los aciertos ofensivos de Kak¨¢, Seedorf, Shevchenko, Rui Costa o Pirlo. En ese tipo de partidos, de pocas ocasiones claras, son en los que se dice que los detalles deciden el resultado. Y eso es lo que sucede normalmente en una fi nal, m¨¢s a¨²n si la juegan dos viejos enemigos.
Sin ir m¨¢s lejos, lo que ocurri¨® hace dos a?os en Lisboa est¨¢ marcado por ese instante en que Sergio Ramos igual¨® el marcador in extremis. Futbol¨ªsticamente, la victoria blanca se debi¨® m¨¢s a la actuaci¨®n de Di Mar¨ªa o la chispa que meti¨® Marcelo. Pero emocionalmente el detalle de Ramos marc¨® el partido y es la imagen que resume la D¨¦cima del Madrid. El poder de detalles as¨ª hace que se desvirt¨²e hasta lo sucedido, y ha sido com¨²n escuchar en reportajes esta semana que aquel gol dio el t¨ªtulo al Madrid, olvid¨¢ndose de que lo que hizo fue evitar el triunfo atl¨¦tico, pero que el marcador segu¨ªa abierto tras el tanto. Deben ser cosas de la rivalidad, porque Schwarzenbeck, el otro ogro rojiblanco por hacer 40 a?os antes lo mismo que hizo Ramos, nunca ha sido recordado en M¨²nich como el ¨²nico h¨¦roe de ese t¨ªtulo del Bayern. Veremos qu¨¦ nuevos detalles nos depara esta hist¨®rica fi nal. Con ellos se seguir¨¢ dibujando la rivalidad de dos equipos condenados a compartir las mismas calles.
De aquel derbi milan¨¦s siempre me acuerdo de lo mismo. Tras marcar el 1-0 a falta de 20 minutos para el fi nal, Ancelotti quit¨® a Caf¨² y meti¨® de lateral derecho a Costacurta, que acababa de cumplir 40 a?os y le quedaba un mes para retirarse. Quer¨ªa protegerse de Solari, que entr¨® fresco en los minutos finales y todo el Inter le buscaba. As¨ª, al fi lo del 90, un bal¨®n largo, profundo y preciso buscaba ese costado de la defensa rossonera y, cuando Solari se dispon¨ªa a controlar en carrera con el pecho e iniciar la fi nalizaci¨®n, apareci¨® un pie volador de Costacurta, quien, ya superado por alto, hab¨ªa decidido con ¨¦xito intentar una especie de chilena, despejando fuera de banda y abortando la ¨²ltima opci¨®n de peligro del Inter. Todav¨ªa me estremece recordar a todo San Siro puesto en pie celebr¨¢ndolo como un gol.
Conviene abrir bien los ojos hoy porque en cualquier instante se escribe la historia. Y as¨ª quedar¨¢ para siempre.