El Giro se eleva hasta los cielos
El Giro entra en su tramo final. Dos etapas en los Alpes decidir¨¢n la clasificaci¨®n final. No son dos etapas m¨¢s. El recorrido pasar¨¢ por dos de las siete carreteras m¨¢s altas de Europa. Hoy, la que atraviesa el col de Agnello; ma?ana, la de La Bonette. Ambas superan los 2.700 metros de altitud. La m¨¢s alta del continente, por cierto, la tenemos en Espa?a, la que sube hasta el Veleta por encima de los 3.300 metros, y que ya figura entre los objetivos de la Vuelta a corto plazo. Volviendo al Giro: Agnello y La Bonette son dos colosos debido a su gran longitud, con m¨¢s de veinte kil¨®metros de ascensi¨®n sin apenas descanso. All¨ª cualquier cosa es posible. Pero s¨®lo entre los escaladores acreditados. Los dem¨¢s, que esperen al domingo.
El corto kilometraje de cada una de estas dos etapas (162 y 134, respectivamente) impide que pueda haber concesiones. Terminan, adem¨¢s, en alto, con los mencionados puertacos, previos a la ¨²ltima ascensi¨®n. Son dos recorridos muy bien dise?ados para que haya espect¨¢culo. Por si faltara algo, los ciclistas est¨¢n siendo generosos en este Giro. Ha habido ataques largos y valientes. Nada de dejar todo para el final. Los ataques se han producido en cuanto han observado la menor debilidad en los rivales. Hay cinco hombres que llegaron al Giro con el objetivo de ganarlo, separados por cinco minutos y medio. Quien lleva ventaja es quien menos se lo esperaba: Kruijswijk. Pues no se lo pierdan: los otros cuatro van a ir a por ¨¦l como lobos.