Bar?a y Sevilla van a por matr¨ªcula
Lleg¨® el d¨ªa, la gran fiesta del f¨²tbol espa?ol de cada a?o. Por fortuna, vuelve a hacerse una vez finalizada la Liga. Esos a?os de final de Copa calzada entre jornadas de Liga me parec¨ªan un desastre. Me gusta la final de Copa as¨ª, como fiesta de final de curso, y luego todos de vacaciones. Claro, que en este caso nos va a quedar, a distancia de seis d¨ªas, la final de Champions, el final de curso europeo que en este caso festeja a dos espa?oles, madrile?os por m¨¢s se?as. Pero lo que hoy toca es la fiesta nacional del f¨²tbol y enfrenta a dos equipos formidables. Un partido con brillo y con magia.
La delantera del Bar?a es algo colosal: el Bal¨®n de Oro, el Bota de Oro y el Bal¨®n de Bronce. Una barbaridad. Enfrente no hay nada parecido, aunque s¨ª un bloque magn¨ªficamente trabajado por Unai Emery, entrenador excepcional. Desde que apareci¨® en el Lorca, sus equipos se han distinguido por su solidez y su eficacia. F¨²tbol batallador e intenso, pero afilado arriba (Gameiro es un demonio) y sin desprecio al buen juego. Ya vimos a Vitolo, y sobre todo a Banega, desarbolar al Liverpool a base de puro talento. Lo de Banega es un caso curioso: s¨®lo Emery consigue sacar el jugador que lleva dentro.
Este Sevilla se elev¨® sobre s¨ª mismo desde la inspiraci¨®n de su Centenario, con ese himno tan bello. Desde que cumpli¨® cien a?os, el Sevilla no ha vuelto a ser el mismo, sino algo mejor. En cuanto al Bar?a, est¨¢ siendo el club del Siglo XXI, con Messi en el centro de la escena. Ahora muda su juego, sus 91 goles en un a?o natural ya se ven irrepetibles, pero ha abierto su panorama y sigue dando gusto verle. Los dos, Sevilla y Bar?a, vienen con el curso hecho, ahora van a por matr¨ªcula. De cu¨¢nta fuerza les quede para seguir haciendo la guerra despu¨¦s de haberla ganado depender¨¢ el resultado de hoy.
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