Regalar el patrimonio y montar un papel¨®n

Ayer el Sporting Cristal cerr¨® su participaci¨®n en la Copa Libertadores dando la misma imagen que ofreci¨® desde que inici¨® la fase de grupos: la de un equipo sin personalidad, sin fuego y sin p¨®lvora. Por m¨¢s que para pasar ten¨ªa que golear y esperar que el Atl¨¦tico Nacional hiciera lo mismo con Hurac¨¢n (algo que no sucedi¨®, ya que quedaron 0-0), una victoria hubiera limpiado un poca la cara de los celestes. Y parec¨ªa que se iba a dar, cuando en el segundo tiempo el equipo de Soso venc¨ªa por 1-3 a un Pe?arol d¨¦bil, irreconocible, que hab¨ªa firmado una Copa lamentable.

Aun as¨ª, ya sin chances ¨C a diferencia de los peruanos- los uruguayos remontaron en menos de 15 minutos y se marcharon de su estadio y de la Libertadores con la frente en alto. No puede decirse lo mismo del Cristal, que volvi¨® a redondear una participaci¨®n para el olvido. Pero no deber¨ªa sorprendernos, ya que desde el inicio de la temporada, con el inexistente planeamiento de los dirigentes, el club de R¨ªmac empezaba a firmar su partida de defunci¨®n.

En el a?o 2015, Cristal tuvo una figura descollante, que casi bast¨® para darle el bicampeonato a su equipo. Un chico de 18 a?os llamado Beto Da Silva era, por mucho, la gran estrella del club y del campeonato: encarador, fuerte, goleador y con personalidad; un futbolista que muy probablemente dar¨¢ que hablar a nivel internacional en los pr¨®ximos a?os. Como todo club latinoamericano que no cuenta con demasiados recursos, lo que debi¨® hacer el Sporting Cristal fue vender a Da Silva al extranjero y con el dinero reconstruir el equipo. O, incluso, venderlo y mantenerlo en la plantilla, cedido por un a?o o, en el peor de los casos, por lo que durara la Libertadores.

Los dirigentes del equipo, en cambio, no fueron capaces de renovarle el contrato cuando ya se sab¨ªa que era la joya del equipo (debut¨® a los 16 a?os ante Alianza Lima) y se atrevieron a culpar a su agente por no querer firmar la renovaci¨®n de manera que el club pudiera venderlo y no dejarlo libre para que se fuera sin recibir nada a cambio. Lo cual, en cierta medida, puede ser cierto, pero no es veros¨ªmil que una dirigencia seria no haya tenido las armas ¨Cofrecer un contrato importante, con cl¨¢usulas que requirieran que se fuera despu¨¦s de la Copa o por un m¨ªnimo de dinero- para retener a su joya o, sobre todo, venderla por el precio justo.

Da Silva se fue del equipo y el Cristal no recibi¨® un centavo. El delantero juega ahora en el filial del PSV y perdi¨® la oportunidad de foguearse con equipos profesionales y de cierto nivel, que es lo que ofrece la Libertadores. El que m¨¢s pierde es el equipo que lo form¨® en su adolescencia. Los directivos del club han dicho, para terminar de rematar la faena, que el Cristal es un ¡°equipo en formaci¨®n¡±. Tras regalar a la estrella de 18 a?os, decir que lo que importa es el futuro es tan atrevido como descabellado. Mientras tanto, los de celeste dejan la Libertadores? por la puerta falsa, protagonizando un papel¨®n internacional, y ese futuro del que habla su directiva pinta cada vez m¨¢s oscuro.

Sigue el partido de la fase de grupos de la Copa Libertadores entre: Cristal-Santos.

Sigue la narraci¨®n del Pe?arol vs Atl¨¦tico Tucum¨¢n | Copa Libertadores