La igualdad provoc¨® un tanteo corto

Resulta f¨¢cil pensar que en partidos as¨ª lo l¨®gico ser¨ªa un duelo abierto, lleno de ensayos y una puntuaci¨®n alt¨ªsima. No nos enga?emos, era una final, no un encuentro de los Barbarians. A los menos iniciados quiz¨¢ les sepa a poco que s¨®lo Alberto D¨ªaz fuera capaz de posar el oval y que ambos optaran por buscar el chut a palos a la m¨ªnima ocasi¨®n para que Katz y Griffiths decidieran el choque. Sobre todo cuando hay t¨ªtulos de por medio, la lucha y la igualdad recobran tintes ¨¦picos. Si tenemos en cuenta que en Espa?a se suele mirar al rugby franc¨¦s, esquivo con el buen juego en los ¨²ltimos a?os y resultadista a m¨¢s no poder, era f¨¢cilmente predecible un combate as¨ª. Incluso los partidos del 6 Naciones nos ofrecen esto a veces. Ambos jugaban en casa, pero no en su terreno, y se hace casi imposible no ser devorado por semejante homenaje al rugby como para que los jugadores inventaran.

No deb¨ªan salirse del gui¨®n. Y as¨ª fue. Eso s¨ª, el VRAC era favorito. Pero tampoco sorprende que venciese El Salvador. Ya lo logr¨® en Liga y el triunfo ser¨¢ un recado m¨¢s para los cruces que est¨¢n por venir. Gan¨® Valladolid, m¨¢s all¨¢ del color de la camiseta que recibiera el trofeo de manos del Rey. Y tambi¨¦n el rugby espa?ol. Ahora depende de este pa¨ªs el darle continuidad a esta bonita fiesta. El maltrecho rugby dom¨¦stico necesitaba algo as¨ª. Pasen y eng¨¢nchense.