La Eurocopa, Francia y B¨¦lgica al lado
El ataque ¡®yihadista¡¯ contra Bruselas o, quiz¨¢ mejor interpretado, contra lo que supone Bruselas como sede de las instituciones europeas, nos deja otra vez desconcertados. Tanto, que el propio Ministro del Interior franc¨¦s, Bernard Cazeneuve, alert¨® ayer sobre el nivel de amenaza que pende sobre la Eurocopa. No hace mucho nos visit¨® el Embajador de Francia. Fue un almuerzo grato. Saqu¨¦ la impresi¨®n positiva de que su gobierno estaba seguro de poder garantizar una Eurocopa en condiciones. Ese fue su mensaje. La forma de expresarse ahora del Ministro del Interior es menos optimista.
Alguien estar¨¢ pensando que preocuparse de una Eurocopa con la que est¨¢ cayendo es una frivolidad, pero quien as¨ª piense no acierta. En primer lugar, el f¨²tbol forma parte de nuestro mundo, ese mundo que el enemigo quiere atacar. Tiene un car¨¢cter simb¨®lico que s¨®lo mentes retardatarias pueden negar. Y en segundo lugar, es muy vulnerable. El f¨²tbol provoca movimientos de multitudes dif¨ªciles de vigilar. M¨¢s desde las ¡®fan zone¡¯, excelente iniciativa para crear encuentros de convivencia entre distintas aficiones en espacios abiertos. Multitudes prietas, expuestas a cualquier suicida-bomba.
B¨¦lgica sufri¨® ayer el zarpazo del terrorismo y merece por ello la mayor solidaridad. Pero eso no nos debe hacer olvidar una verdad, aunque duela: la multiplicidad de fuerzas de seguridad en aquel pa¨ªs, con el consiguiente enredo en el traspaso de informaci¨®n, ha permitido que floreciera en el barrio brusel¨¦s de Molenbeek un foco fatal. Por eso se suspendi¨® aquel B¨¦lgica-Espa?a. Por eso pudo pasar all¨ª dos meses escondido Salah Abdeslam. Por eso se duda ahora del B¨¦lgica-Portugal del martes que viene. El f¨²tbol est¨¢ en el punto de mira por muchas razones. Y Francia tiene una frontera muy delicada.