Chapuza de FIFA con el penalti y expulsi¨®n

Gianni Infantino anunci¨® que se acaba a partir de junio con el famoso ¡®triple castigo¡¯ (penalti, expulsi¨®n, partido de sanci¨®n), aprob¨¢ndose ahora de repente una propuesta de Platini que fue rechazada en 2014. Dejar en amarilla esa jugada es una chapuza que traer¨¢ m¨¢s problemas a una jugada que debe ser reglamentada con m¨¢s ingenio. Nadie cae en que la clave para que el castigo sea desproporcionado est¨¢ en si el penalti posterior acaba en gol o no. El Rayo-Barcelona del pasado jueves sirve de buen ejemplo. Con 0-0, el portero local, Juan Carlos comete un error, el bal¨®n le llega a Rakitic, que logra marcar a puerta vac¨ªa. Si se observa, Juan Carlos cae a los pies del croata y, sabedor de lo delicada que es la situaci¨®n, retira los brazos y evita cualquier contacto con el barcelonista. Esa protecci¨®n del atacante por ese miedo del defensa es beneficioso para el juego ofensivo y es lo que se pone en peligro con la reforma que viene.

En el mismo partido, Iturra fue expulsado por la norma a debate tras evitar con falta en el ¨¢rea peque?a un gol cantado de Busquets. El error de todos es creer que el castigo siempre es triple, pero por ejemplo el Barcelona falla la mitad de los penaltis, y Luis Su¨¢rez err¨® el cometido por Iturra, quedando en un proporcionado doble castigo (expulsi¨®n y partido de sanci¨®n) la acci¨®n grave del rayista. Imag¨ªnense lo que ocurrir¨¢ una vez que la picard¨ªa inherente al oficio del defensor se acomode a la nueva y ben¨¦vola norma de la mera tarjeta amarilla. La cantidad de disputas que hoy no se hacen por miedo a la falta y que se convertir¨¢n en penaltis donde el equipo defensor tiene una nueva oportunidad, y solo pagar¨¢ por esa ¡®repesca¡¯ una tarjeta amarilla.

Por eso, la soluci¨®n es mucho m¨¢s compleja que la populista decisi¨®n anunciada por FIFA, y pasa por vincular el resultado del penalti (gol o no) a la decisi¨®n definitiva sobre la sanci¨®n al infractor. De esa manera, siempre se ser¨¢ justo con los intereses de ambas partes. Volviendo a Iturra y Busquets, si falla Luis Su¨¢rez: Iturra expulsado por medir mal e impedir un gol claro del contrario, para que el rival pague con la inferioridad num¨¦rica la desventaja que el marcador no ha reflejado. Pero si Luis Su¨¢rez marca ese penalti: amarilla a Iturra puesto que, pese a haberlo intentado, no ha conseguido sacar ventaja, el gol del Barcelona finalmente ha subido al marcador y no es necesaria la inferioridad num¨¦rica. Es el mismo esp¨ªritu que rige la ley de la ventaja. Ser¨ªa una expulsi¨®n condicionada, a la espera. Hice hace meses un boceto donde pormenorizo la propuesta, est¨¢ a disposici¨®n de quien lo crea relevante. Es la manera de dejar de cebarse con el defensor pero manteniendo el miedo que debe proteger al atacante en ventaja.