Messi, Neymar, Cristiano: qui¨¦n si no
Sin novedad en el frente: los tres finalistas del Bal¨®n de Oro son los tres jugadores esperados, los que todo el mundo imaginaba porque a¨²n no pod¨ªan ser otros. Es cierto que el madridismo m¨¢s afligido tem¨ªa que Luis Su¨¢rez ocupara el lugar de Cristiano, pero eso suceder¨¢ el a?o que viene, tampoco conviene anticipar las desgracias.
Alg¨²n d¨ªa este premio volver¨¢ a resultar emocionante, aunque, si tenemos en cuenta la edad de Neymar (23) y el estado de conservaci¨®n de Messi (28), habr¨¢ que esperar unos siete a?os para recuperar la intriga de otras ¨¦pocas, cuando en el palmar¨¦s pod¨ªan colarse jugadores como Cannavaro, Nedved, Owen o Sammer. Viejos tiempos aquellos.
La historia ha cambiado. La irrupci¨®n hace siete a?os de dos futbolistas superiores, ahora tres, en coincidencia con la ¡®democratizaci¨®n¡¯ de las votaciones ha provocado que ya no se vote al mejor de la temporada, sino al mejor de la ¨¦poca, al jugador favorito en vez de al jugador destacado.
De trasladar el asunto a otros ¨¢mbitos habr¨ªamos asistido a los veinte Oscar consecutivos de Meryl Streep o a los diez de Gene Hackman, por no hablar de los quince premios Nobel de Literatura que habr¨ªa encadenado Garc¨ªa M¨¢rquez hasta su fallecimiento.
Insisto, cambiar¨¢ en siete a?os. Entonces todos los candidatos acudir¨¢n a Z¨²rich sin tener idea de qui¨¦n ser¨¢ el ganador final, sin fiestas preparadas y sin sorpresas fingidas. Entonces nadie sabr¨¢ qui¨¦n ser¨¢ el elegido hasta que se abra el sobre y alguien diga el nombre de Marcos Asensio, Traore, Kovalenko... Entonces, por fin, podremos disfrutar de la nostalgia de estos a?os (no hay nostalgia sin distancia). No creo que el futuro nos depare siempre algo mejor, pero conf¨ªo en que al menos sea distinto.