Konoplyanka, f¨²tbol en technicolor
Indescifrable desde que empez¨® el a?o, el Sevilla empez¨® lleno de miedos y dando pena y acab¨® bordando del f¨²tbol. Fue casi una alucinaci¨®n. Todo pas¨® inesperadamente. La puesta en escena estuvo entre desconcertante y desalentadora. El Sevilla empez¨® como entregado a su suerte en medio del murmullo general. El asunto iba para drama hasta que pas¨® por all¨ª Ciro Immobile, jugador casi defenestrado desde inicio de Liga que alborot¨® el patio con su gol y sus locas carreras. Nacido en Torre Annunziata, en su aspecto lleva marcado cierto car¨¢cter rebelde napolitano. Con sus cosas, Immobile revolucion¨® al Sevilla.
Luego cogi¨® la bandera Konoplyanka, que al fin hizo su presentaci¨®n en sociedad en la Liga. Fue un martirio para Danilo. Por all¨ª martille¨® Emery en la pizarra a Ben¨ªtez. Se entendi¨® con Tremoulinas y dej¨® jugadas bell¨ªsimas. Un f¨²tbol de colores que encendi¨® a la afici¨®n, otra vez feliz. La velocidad de su conducci¨®n, cambio de ritmo incluido en la jugada del 2-1, est¨¢ s¨®lo al alcance de los elegidos. Fue brillante. Y as¨ª marc¨® Banega, regate¨® el fin¨ªsimo Vitolo, vol¨® Mariano, mat¨® Llorente y se hizo gigante Krychowiak, que se comi¨® a Kroos y Casemiro. El asunto acab¨® con f¨²tbol de toque por sevillanas. Y la grada desatada pensando que, tal vez ahora s¨ª, este s¨ª es el Sevilla que quieren todos.