¡°?Cu¨¢nto dar¨ªa Desgrange por estas monta?as!¡±
La Sierra de Guadarrama, que hoy decide la victoria, ha estado presente en la Vuelta a Espa?a desde su estreno hace ochenta a?os. El 29 de abril de 1935, a las ocho menos cuarto de la ma?ana, la carrera parti¨® de la Ronda de Atocha, frente al entonces Ministerio de Fomento, en direcci¨®n a Valladolid. Esa etapa ya inclu¨ªa la primera subida de su historia: el Alto del Le¨®n.
El suizo Leo Amberg coron¨® el puerto en solitario ante una multitud de 20.000 aficionados, seg¨²n las cr¨®nicas de la ¨¦poca. En el semanario AS, ?ngel D¨ªez de las Heras escribi¨®: ¡°?Cu¨¢nto dar¨ªa Monsier Desgrange por disponer a las puertas de Par¨ªs de unas monta?as como las que nosotros tenemos! Los parisinos tienen que vivir las emociones de la escalada de un Tourmalet o de un Aubisque, por las radios o por los peri¨®dicos. Nosotros disponemos de un Guadarrama espl¨¦ndido al alcance de todos los taxis¡±. Amberg fue cazado en Villacast¨ªn. Poco despu¨¦s atac¨® el belga Antoine Dignef, que gan¨® la etapa por delante de Mariano Ca?ardo.
El Le¨®n se incluy¨® tambi¨¦n en la ¨²ltima etapa, Zamora-Madrid. El italiano Edoardo Molinar cruz¨® primero por la cima y consolid¨® su victoria en el Gran Premio de la Monta?a. En la Casa de Campo, el belga Gustaaf Deloor puso la guinda a su victoria en la general, que repiti¨® en 1936.
La Guerra Civil par¨® entonces la Vuelta, que regres¨® en 1941 con el primer triunfo espa?ol a cargo de Juli¨¢n Berrendero y con Navacerrada en su recorrido. Siempre Guadarrama.