La Cresta del Gallo sigue igual
La Cresta del Gallo ha hecho mucho da?o a esta edici¨®n de la Vuelta a Espa?a y lo peor es que todos lo intu¨ªamos. Desde mi ¨¦poca sobre la bicicleta, sab¨ªamos que el puerto murciano era una etapa trampa. Las rampas o las curvas no eran peor que en otros sitios, sino que el asfalto era el culpable de poner en riesgo a los ciclistas. Desde que yo corr¨ª all¨ª, y ya ha llovido, el asfalto contin¨²a igual. Los responsables son los dirigentes pol¨ªticos de esta regi¨®n. Me parece l¨ªcito que quieran que la carrera pase por all¨ª, pero antes deben cerciorarse de la seguridad de los ciclistas, que al final son los que nos hacen disfrutar. Para m¨ª, un asfalto as¨ª es inadmisible y la organizaci¨®n deber¨ªa quejarse. En Cantabria, por si acaso, procur¨¢bamos cuidar el terreno antes de que pasasen los corredores por all¨ª.
Las ca¨ªdas fueron las protagonistas de esta octava etapa y el que parec¨ªa el hombre m¨¢s fuerte tuvo la mala suerte de verse involucrado en una. Peter Sagan estaba a gran nivel durante la etapa de ayer, control¨® el pelot¨®n y luch¨® en solitario con los favoritos. Creo que Sagan podr¨ªa haber ganado con m¨¢s ayuda de su equipo, que decidi¨® utilizar una estrategia curiosa: poner un hombre a tirar a tope cuando su l¨ªder ya se hab¨ªa ca¨ªdo.