Leoz, Blatter, Putin y los dos bloques
Joaqu¨ªn Maroto inicia hoy un serial que muestra c¨®mo se distra¨ªa dinero en la CONMEBOL, la confederaci¨®n sudamericana de f¨²tbol. Radicada en Asunci¨®n, fue predio personal de Nicol¨¢s Leoz, uno de esos ¡®fifos¡¯ eternos y que tuvo estatus de embajada inviolable hasta hace nada, cuando el arre¨®n de EE UU contra la FIFA provoc¨® que el gobierno Paraguay se lo retirara. La informaci¨®n procede de un exadministrativo del organismo que por demasiado escrupuloso tuvo que salir de all¨¢ hace tiempo. Vive en Espa?a, por acuerdo entre canciller¨ªas. Mientras, Leoz est¨¢ en arresto domiciliario en su mansi¨®n.
El relato detalla c¨®mo se hacen estas cosas y revela que son bastante antiguas. El caso del cap¨ªtulo de hoy se remonta al Mundial de Corea y Jap¨®n. La forma en que se supone que se concedieron los de Rusia y Qatar no es diferente a la de los anteriores. La diferencia es que el pr¨®ximo es en Rusia y hay que evitarlo a toda costa. As¨ª, desde Obama hasta Merkel, pasando por Cameron y hasta el Pr¨ªncipe Guillermo se muestran s¨²bitamente preocupados porque docena y media de sujetos lleven tiempo robando en la FIFA. Y a nuestro ¡®Confidente X¡¯ eso le anima a contar. Quiz¨¢ un d¨ªa pueda volver a su pa¨ªs.
Fue sencillo. Los propios americanos ten¨ªan un ciudadano metido a ¡®fifo¡¯ corrupto, Chuck Blazer. Le pillaron, le empapelaron y pactaron liberarle de la c¨¢rcel a cambio de que, provisto de un llaverito-bal¨®n-grabadora, grabara a todos sus compinches. Durante dos a?os hizo un buen sucio trabajo. Luego vino el golpe espectacular del FBI en Z¨²rich y el subsiguiente acoso a Blatter, que trata de ganar tiempo. Por darle un Mundial a un Putin que de repente se ha echado al monte, la FIFA se ve atrapada en la guerra de bloques, que durante un siglo consigui¨® evitar. Y tiene el techo de cristal. Malo para el f¨²tbol.