El d¨ªa que comenz¨® el naufragio del ¡®Pirata¡¯

Madonna di Campiglio siempre nos evoca a Marco Pantani. All¨ª comenz¨® su naufragio. Fue el 5 de junio de 1999. El d¨ªa antes, el Pirata hab¨ªa conquistado la 20? etapa en la estaci¨®n de esqu¨ª y hab¨ªa consolidado un poco m¨¢s un Giro que ya ten¨ªa ganado, a la espera del tappone del s¨¢bado, con el Gavia y el Mortirolo. Esa ma?ana, este redactor acudi¨® a la salida como cualquier otro d¨ªa. Y, de repente, hubo un revuelo. Un fot¨®grafo italiano cogi¨® de un brazo al fot¨®grafo de AS, Jes¨²s Rubio: ¡°Ven aqu¨ª¡±. Y Rubio dispar¨® sin saber qu¨¦ ocurr¨ªa. El presidente del jurado, el espa?ol Josep Buchaca, y el director del Giro, Carmine Castellano, comunicaban la expulsi¨®n de Pantani por hematocrito alto (52%), mientras se repart¨ªa un comunicado firmado por el inspector Antonio Coccioni, donde se informaba de los diez controles efectuados entre las 6:40 y las 8:05.

El paso siguiente fue echar a correr hacia el hotel de Pantani. Por el camino me top¨¦ con ?lvaro Pino y Roberto Heras: ¡°?Sab¨¦is lo ocurrido? Han expulsado a Pantani¡±. No lo sab¨ªan. A las 13:00, Pantani sali¨® rodeado de carabinieri y acompa?ado por su paisano Andrea Agostini, que se sigue dedicando a la comunicaci¨®n de equipos ciclistas. Marco ten¨ªa la mano derecha vendada, se la hab¨ªa malherido de un pu?etazo de rabia a un espejo. A esas alturas, el pelot¨®n ya ascend¨ªa el Gavia sin maglia rosa, porque Savoldelli no se la quiso enfundar. Heras gan¨® la etapa, Gotti se llev¨® el Giro y Simoni se col¨® en el podio. Los enviados especiales de AS no presenciamos aquel triunfo, porque seguimos a Pantani hasta Cesen¨¢tico. ¡°No s¨¦ si volver¨¦ a montar en bici¡±, dijo entonces. Lo hizo.Y con alg¨²n destello. Pero no volvi¨® a ser el mismo. Nunca super¨® el golpe.