Carlos Sainz ejerci¨® de Alonso

Un gran premio de F-1 con tres pilotos nativos de ese pa¨ªs no es nada habitual. En la actual parrilla de salida s¨®lo nos igualan Alemania y Gran Breta?a. Sobresaliente. La pena es que nos ha lucido muy poco. La carrera ha sido bastante aburrida, algo que contribuye a ello el circuito. Sinceramente, y pese a esos retoques de Hermann Tilke en 2002 (esto no s¨¦ si es bueno o malo), este trazado adormece. Es tan dif¨ªcil adelantar que no lo hace casi nadie. Un dato: en 25 a?os que se celebra en Montmel¨®, s¨®lo en seis ocasiones no ha vencido el poleman. Demasiado previsible, tanto como que iba a ganar Mercedes. Rosberg ha estado perfecto, aunque va a tener que espabilar si quiere superar a Hamilton. El ingl¨¦s es ahora mismo el n¨²mero uno sin discusi¨®n.

Sainz ha sido el mejor de los nuestros. Y de Toro Rosso. ?C¨®mo se puede ser quinto en calificaci¨®n, por delante de Raikkonen, y luego ser doblado por el finland¨¦s? Dice mucho del piloto y muy poco del monoplaza. Ahora s¨ª es el momento de que Marko saque su genio, pero no con alg¨²n piloto biso?o sino sobre Renault. ?Qu¨¦ mal! El segundo espa?ol ha sido Merhi. Bien, ha llegado, que no es poco. Y por ¨²ltimo, Alonso. Catalu?a era clave para la ya mundialmente famosa mejora del McLaren. Una ha sido ahorrar peso al cambiar de pintura. Alfred Neubauer (el primer gran director t¨¦cnico de la F-1) hizo lo mismo, pero ?en los a?os 20! (dej¨® el coche en el aluminio, de ah¨ª lo de flechas plateadas). Si esto fuera la Liga, ya estar¨ªan en puestos de descenso.