Pau Gasol, el extraterrestre
Nos hab¨ªamos cansado de Pau. Somos as¨ª de est¨²pidos. Eran demasiados a?os viendo como convert¨ªa aquel apodo de Andr¨¦s Montes en una definici¨®n realista: E.T. Un extraterrestre al que pens¨¢bamos que ya se le hab¨ªan acabado los trucos: volar en bicicleta, marcar el camino hacia el ¨¦xito con su largu¨ªsimo dedo luminoso, celebrar su grandeza con unas latas de cerveza y, en su ¨²ltima etapa en Lakers, disfrazarse de abuela. Parec¨ªa listo para coger el tel¨¦fono y volver a casa, a su planeta. O no.
Porque, cuando ya no lo esper¨¢bamos, decidi¨® seguir asombr¨¢ndonos. Ese salto para el recuerdo, contra su hermano, en la cancha m¨¢s emblem¨¢tica del mundo y como titular en su quinto All Star, fue una declaraci¨®n de intenciones (¡°me queda cuerda¡±) y de grandeza. Nos hab¨ªamos cansado de Pau, del mejor de la historia de Espa?a, de una leyenda del basket europeo. Ay, est¨²pidos. Ya le echaremos de menos, ya. Por suerte, nos ha concedido una pr¨®rroga y, cuando esta acabe, Gasol ser¨¢ eterno.