Esperando la sanci車n a Cristiano Ronaldo
Es verdad que en el f迆tbol las carga el diablo. El Comit谷 de Competici車n tiene que examinar ahora la agresi車n de Cristiano en C車rdoba y resulta que el tercer partido del Madrid en el calendario es el Atl谷tico. Antes ha de recibir a Real (s芍bado) y Sevilla (pr車ximo mi谷rcoles, partido de la primera vuelta que qued車 colgado por el Mundialito). El tercero es la visita al Calder車n. ?Alcanzar芍 la sanci車n a ese tercer partido, se quedar芍 en dos, ir芍 incluso m芍s all芍? Mi impresi車n es que se quedar芍 en dos, pero cualquiera lo sabe, porque precedentes hay para todos los gustos. Ah赤 est芍 el truco, ah赤 ha estado siempre.
Desde hace muchos a?os los comit谷s no hacen justicia, hacen pol赤tica. Los reglamentos, y recientemente las redacciones de las actas, dan espacio a la interpretaci車n. Y la interpretaci車n ha ido siendo m芍s ben谷vola cada vez que ha asomado un grande como reo. Luego, esa indulgencia hacia el grande hace que se les rebaje tambi谷n a otros. O no siempre. As赤 que no es de extra?ar que en la encuesta que hicimos ayer entre ex 芍rbitros comentaristas, gente de largo recorrido y buena vista, hubiera pron車sticos en un amplio arco, desde el partido 迆nico de Ramos Marcos al &de cuatro a doce* de Garc赤a de Loza.
Las actas, dec赤a, tampoco ayudan. Los 芍rbitros ya no ponen &agresi車n*, que es lo que es, y era lo que se pon赤a antes. Dan vueltas para el juego dial谷ctico: &dar una patada a un contrario sin estar el bal車n a distancia de ser jugado*. El asunto empieza a emborronarse desde el primer instante, para que nada est谷 claro, para que el que quiera diga cara y el que quiera diga cruz. El resultado es que con el lapso del tiempo las sanciones por los mismos hechos se han ido haciendo menores, ello sin que haya habido modificaci車n en los textos que lo justifique, y que en casos as赤 tenemos amplio territorio para la controversia.