Fernando Alonso deber¨ªa estar muy preocupado
Soy de los que piensan que lament¨¢ndose no se soluciona nada. Intento ser positivo, ver el vaso medio lleno y confiar en que Ferrari tiene remedio antes de que consigan dinamitar definitivamente la carrera deportiva de Fernando Alonso. Pero cada d¨ªa me cuesta m¨¢s hacerlo, lo confieso¡ Y ya no me refiero s¨®lo a esta quinta temporada del asturiano en Maranello, miro incluso m¨¢s all¨¢ y tampoco hay nada que me invite al optimismo, m¨¢s bien lo contrario. Escuchar a Mattiacci, el supuesto salvador del proyecto, decir que le est¨¢n adelantando a su piloto las expectativas para 2015 pero ¡°sin demasiadas promesas¡± me resulta un argumento m¨¢s que suficiente para salir corriendo de una escuder¨ªa que ya asume ser incapaz de ofrecer garant¨ªas.
Durante un lustro, a?o a a?o, hemos ido renovando nuestra confianza en Ferrari. Creo que todos, empezando por el propio Alonso para seguir por los aficionados, los patrocinadores y la Prensa, hemos sido generosos. Hemos comulgado con ruedas de molino, aceptado excusas y justificaciones una tras otra, en cascada y sin descanso. La nueva era de la F¨®rmula 1, la de los motores y no la aerodin¨¢mica, el punto de inflexi¨®n de 2014 se present¨® como El Dorado para la Scuderia. Ni por esas. Y ahora nos llevan a temer que quiz¨¢ tampoco la pr¨®xima temporada sea posible: que hay mucho por hacer, que Allison necesita tiempo, que todo es muy complicado¡. Pues eso. Que ya no s¨¦ qu¨¦ pensar ni en qu¨¦ creer. Y lo importante, obviamente, no es mi sensaci¨®n sino que quiz¨¢ a Alonso le puede estar ocurriendo exactamente lo mismo.