La F¨®rmula 1 no puede seguir as¨ª

No s¨¦ cu¨¢nto tiempo podr¨¢ mantener grandes audiencias la F-1 con carreras como la de M¨®naco. Y no vale culpar al circuito. Cierto que es muy dif¨ªcil adelantar y que no se corre mucho, pero en este trazado urbano se han vivido grandes premios que a¨²n est¨¢n entre los cien mejores de todos los tiempos (1956, 61, 65, 70, 71, 81 o 96). La magia de M¨®naco no es s¨®lo el glamour. Tampoco su car¨¢cter urbano. Los pilotos adoran Montecarlo porque es un circuito dif¨ªcil y exigente. Cualquier descuido se paga con la retirada. Esto lo convirti¨® en una carrera incierta y de dif¨ªcil pron¨®stico. Pod¨ªan ganar Senna o Schumacher, pero tambi¨¦n Panis o Trulli. ?sa era su magia, la incertidumbre. Hoy ya no, el ganador es obvio. Y el segundo. Y el tercero.

Y no s¨®lo sucede con M¨®naco. La F-1 actual no es divertida y la soluci¨®n es sencilla: que Ecclestone admita que se ha confundido. Ya est¨¢. A partir de ese momento s¨®lo quedar¨¢ que se pongan de acuerdo equipos y pilotos. Puede parecer dif¨ªcil, pero m¨¢s les vale, porque se me antoja imposible seguir centrando el inter¨¦s de una carrera en los supuestos problemas que tiene uno en el ojo (en el podio no se le ve¨ªa muy afectado a Hamilton), o la machada del noveno (y no le quiero quitar m¨¦ritos a Bianchi con el Marussia). No hubo nada m¨¢s. Fue un tost¨®n morrocotudo, de esos que te hacen cabecear ante la televisi¨®n de principio a fin (ya ni el ruido te espabila). Nada que ver con lo vivido horas antes en la final de la Champions. Eso s¨ª que es un espect¨¢culo.