Hipocres¨ªa, f¨²tbol y miedo pensando en la final...
He comentado que en mis dos a?os escasos de ejecutivo de un club (el Madrid, para ser exactos) vi m¨¢s cinismo que en veinte trabajando en la diplomacia. En mi ¨¦poca mantener la palabra dada era, en el ¨¢mbito futbol¨ªstico, ser tachado de ingenuo. En diplomacia, respetar un compromiso era casi sagrado. En estos d¨ªas que corren tenemos m¨¢s hipocres¨ªa en la pol¨ªtica que en el deporte rey. Sarkozy dice amar la Uni¨®n Europea, pero que hay que demoler mucho de la misma. El dirigente franc¨¦s Valls afirma que los recortes de su gobierno son buenos y los del espa?ol malos. Putin cuenta que quiere que los ucranianos voten en paz pero sigue alimentado a unos insurrectos prorrusos que ayer se cargaron a once soldados ucranianos (y van...). En nuestro pa¨ªs los dos partidos mayoritarios se lanzan acusaciones : ¡°Para machista, t¨²¡±. Una cosa es predicar y otra dar trigo. Y all¨ª y aqu¨ª, muchos pol¨ªticos ven la viga en el ojo ajeno y la paja en el propio. Y t¨² te refugias con alivio en el f¨²tbol. Ya lo dijo aquel magistrado famoso de Estados Unidos: ¡°Empiezo a leer los peri¨®dicos por las p¨¢ginas deportivas, te animan, en las otras ves los defectos humanos¡±.
En f¨²tbol, si exceptuamos la doblez del caso Neymar, las cosas parecen menos vidriosas. El Madrid y el Atl¨¦tico hoy se temen y se nota mucho. Oyes a seguidores de uno u otro equipo a un d¨ªa del ¡°mayor desaf¨ªo que vieron los siglos¡± y han desaparecido las fanfarronadas de anta?o o suenan sin convicci¨®n. Pides a una pe?a de amigos hacer una porra apostando y la gente es cauta, no osa arriesgarse.
El reconocimiento de que el rival te puede dar un susto no es hip¨®crita sino real, se cree que el partido decisivo de Lisboa depender¨¢ de un detalle o del azar. En la afici¨®n, directiva y equipos hay respeto mutuo. Y bastante miedo. Nos contentamos, incluso, con ganar en la pr¨®rroga y de chamba.