O¡¯Connell marc¨® el camino

Con un d¨ªa lluvioso gana el que sabe ganar, el que sabe a qu¨¦ hay que jugar, el jugador que comprende qu¨¦ hay que hacer con cada bal¨®n, en cada fase, y que mide muy bien en qu¨¦ parte del campo se est¨¢ jugando, y para ello elige la jugada m¨¢s apropiada, la que no s¨®lo beneficia a su equipo, sino que desespera al rival, incapaz de saber qui¨¦n les est¨¢ machacando, sobre todo mentalmente. Eso s¨®lo saben hacer lo muy poco jugadores, y uno de ellos jugaba ayer con Irlanda. Es su capit¨¢n John O ¡®Connell, el segunda l¨ªnea pelirrojo. Falt¨® en la primera jornada contra Escocia, y lleg¨® en el segundo partido, el perfecto para volver a dirigir a su delantera. Adem¨¢s de jugar, el pelirrojo ejerce un efecto de superioridad moral que impulsa y motiva a sus compa?eros. Es el capit¨¢n perfecto, el que est¨¢ en la mitad de la batalla, donde puede medir la fuerza de sus camaradas de delantera y saber perfectamente c¨®mo est¨¢ cada uno de ellos.

Ayer se not¨® m¨¢s que nunca. El juego de Irlanda no fue tan vistoso, pero sab¨ªan que hab¨ªa qu¨¦ hacer para ganar y lo hizo. Gales est¨¢ fuera de la lucha por el Grand Slam. Ahora les llega lo m¨¢s dif¨ªcil a los irlandeses: Inglaterra en Twickeham, donde pueden ganar la Triple Corona. Tienen dos semanas por delante para saber c¨®mo vencer all¨ª. Si alg¨²n d¨ªa a alguien le piden algo realmente complicado, piensen que con un jugador extraordinario como Paul O¡¯Connell a su lado, es m¨¢s f¨¢cil conseguirlo. Yo a la guerra ir¨ªa, si O?Connell est¨¢ a mi lado.