Cuando ser segundo se convierte en un fracaso
Ya tenemos aqu¨ª el nuevo Ferrari F14 T (por cierto, un amigo me ha hecho darme cuenta de la similitud de esta denominaci¨®n con la graf¨ªa de FIAT, el grupo propietario de la marca de deportivos. ?Casualidad?). El monoplaza de la esperanza, dec¨ªa yo ayer en este mismo espacio. Ojal¨¢ as¨ª sea porque el propio Fernando Alonso nos ha dado la clave del asunto en su primera comparecencia p¨²blica (cibern¨¦tica, eso s¨ª) de este a?o: para esta escuder¨ªa ser segundos se convierte en un desastre, un fracaso. Absolutamente cierto y es bueno que en Maranello sean tan conscientes, o m¨¢s, que sus millones de seguidores en el mundo entero. De nuevo prometen esfuerzo, dedicaci¨®n, entrega y pasi¨®n¡ as¨ª que s¨®lo nos queda exigirles lo m¨¢s importante de todo: acierto.
Personalmente creo que un a?o de cambios puede ser especialmente favorable para un piloto con las maletas tan cargadas de experiencia como el asturiano. No sabr¨ªa decir (desde luego que mis conocimientos no dan para ello) si este nuevo b¨®lido rojo funcionar¨¢ o si ser¨¢ mejor que los de la competencia; de hecho, creo que en una temporada de revoluci¨®n tecnol¨®gica nadie, ni siquiera los ingenieros, se encuentran en disposici¨®n de hacer pron¨®sticos certeros hasta que el devenir de los acontecimientos dicten sentencia. Lo que sigo teniendo clar¨ªsimo es que Alonso ser¨ªa capaz de sacar petr¨®leo de un coche r¨¢pido y consistente, por su descomunal talento y porque se encuentra en el punto ¨¢lgido de su trayectoria en la F-1. Tiene la misma ambici¨®n de siempre (quiz¨¢ incluso m¨¢s, la traves¨ªa en el desierto est¨¢ durando demasiado) pero aderezada con una madurez que puede marcar diferencias, sobre todo en ¨¦poca de transformaciones.