Alguien ten¨ªa que decirlo

De entrada, descartemos conspiraciones. Go Bar?a fue desde el principio la lucha de la cuadrilla de Pancho Villa contra la Sexta Flota. No ten¨ªan ninguna posibilidad de ganar, porque a diferencia de otras mociones de censura, aqu¨ª no hab¨ªa nadie pagando abogados ni abonando cenas. Encima, gracias a la Ley del Deporte Catal¨¢n, necesitaban 18.000 firmas para? poder llegar al refer¨¦ndum. 10.000 m¨¢s de las que consigui¨® el ejemplar socio Oriol Giralt cuando puso la suya contra Laporta a las puertas de la mejor era de la historia del club o el triple de los votos que logr¨® Agust¨ª Benedito para quedar segundo en las ¨²ltimas elecciones. Era una empresa abonada al fracaso siempre que entendamos el fracaso como una mera cuesti¨®n de forma.

Pero en el fondo, Joan Arn¨¨s y Jordi Cases no han fracasado. Han hecho o¨ªr su voz respecto a una serie de temas en los que la junta directiva actual ha enga?ado flagrantemente al socio. Tanto es as¨ª, que en algunas de esas mentiras han sido reconocidas por la propia junta por activa o por la pasiva de las contradicciones. Jordi Cardoner, vicepresidente del ¨¢rea social,? reconoci¨® en la Cadena SER que minti¨® cuando explic¨® el proyecto de la Grada Jove que comportaba un pacto con los Boixos Nois. Rosell dijo que hab¨ªa vendido su empresa y luego (Brasil aparte) admiti¨® lo contrario; Urdangar¨ªn sigue en el Patronato de Fundaci¨® avergonzando a cualquier cul¨¦ y los n¨²meros de Neymar no los entiende ni B¨¢rcenas. Alguien ten¨ªa que decirlo y ejercer el derecho al pataleo.