Cuando ganar es una obligaci¨®n
Hasta aqu¨ª hemos llegado. Hoy habr¨¢ campe¨®n de baloncesto. Con una presi¨®n extraordinaria sobre el Madrid porque juega en casa, porque tiene mejor plantilla, porque no presenta las bajas de su rival y porque durante toda la temporada se ha mostrado como el mejor equipo. Cualquiera de estas razones valdr¨ªa para convertirle en favorito, mas a ¨¦stas se uni¨® una todav¨ªa m¨¢s poderosa: la ventaja por 1-0 en los playoff y, sobre todo, cuando se puso 2-1. Pues ni con esas a¨²n ha ganado, y ah¨ª viene el debate: ?es dem¨¦rito del Madrid o m¨¦rito del Barcelona? Toda respuesta conduce a una misma conclusi¨®n: el Madrid, por su favoritismo, pone en juego mucho m¨¢s que el Barcelona. ?ste ya ha llegado donde era dif¨ªcil vaticinar; la derrota no le pasar¨ªa factura.
Para el Madrid, en cambio, ganar es una obligaci¨®n, sin que ello suponga un menosprecio al rival. Al contrario, todo el respeto para el Barcelona, que sigue vivo gracias al buen hacer de Pascual en el segundo partido y al conjunto de jugadores que supieron rematar el cuarto sin la presencia de Navarro. ?Qu¨¦ m¨¢s tiene que pedir el Madrid para ganar una Liga? Lo ha tenido todo: capacidad para realizar un juego ofensivo tan espectacular como efectivo, una afici¨®n fiel que ha llenado el Palacio, el fichaje estrella de Rudy, hambre de t¨ªtulos en sus jugadores, un Barcelona diezmado por las bajas, y hasta una final a tres victorias, lo cual elimina el factor sorpresa que pueda darse en un solo partido. ?C¨®mo no reclamarle el t¨ªtulo que no acaba de llegar!