Florentino se crece en el castigo
Casi veinte a?os desde que Florentino intentara ser presidente por primera vez. Entonces, el carisma de Mendoza y un pu?ado de votos de personas que hab¨ªan fallecido hace tiempo, le tumbaron. Persever¨® y accedi¨® al puesto. Ha llovido, pero es ahora cuando le noto m¨¢s convencido de seguir al frente del Madrid. Est¨¢ encorajinado. No le gusta el ambiente de guerra civil que se ha vivido ¨²ltimamente. No dir¨¢ nunca que esperaba mucho m¨¢s del proyecto Mourinho. Pero lo piensa. Sabe que tiene que volver al origen de las cosas: ilusionar con grandes fichajes y, por esa v¨ªa, seguir aumentando los ingresos.
En la primera etapa aprendi¨® que no se debe mimar en exceso a los jugadores. En esta segunda ha tomado nota de que no se puede otorgar poder absoluto a un entrenador. Busca a Zidane para limitar dicho poder con el nuevo inquilino del banquillo. Tambi¨¦n sabe que el cr¨¦dito que le ha otorgado siempre la tribuna no es infinito. El socio sigue creyendo en ¨¦l, sobre todo porque valoran por encima de todo que el presidente no meta la mano en la caja, no despilfarre un patrimonio ganado con el paso de los a?os. Pero tambi¨¦n sabe, porque lleva seis d¨¦cadas acudiendo al estadio, que sin t¨ªtulos afloran los pa?uelos.