Un gran partido de balonmano
El balonmano es un deporte que transcurre ante la indiferencia del aficionado. Sin embargo, durante la temporada alcanza picos que le convierten en un espect¨¢culo incluso de masas. Para eso tienen que darse todas las circunstancias a favor: que juegue la Selecci¨®n, que sea en un Mundial, que ¨¦ste se celebre, adem¨¢s, en Espa?a y, ya puestos a pedir, que ganemos la final. Entonces 3,4 millones de telespectadores pueden presenciar el partido y convertir la transmisi¨®n en la 14? m¨¢s vista del a?o a estas alturas, s¨®lo superada por el f¨²tbol y el inicio de las motos el pasado domingo. Pues la temporada tiene hoy otro pico, con un partido que re¨²ne todos los ingredientes para no dejar indiferente a nadie. El espect¨¢culo va a merecer la pena.
Es el Atl¨¦tico de Madrid contra el Barcelona. Es Vistalegre a reventar, con 12.000 gargantas que atronar¨¢n hasta rozar los 130 decibelios, donde se encuentra el umbral del dolor. Es el ¨²ltimo gran partido de la temporada que jugar¨¢ el Atl¨¦tico en su casa, porque si pasa esta eliminatoria ya se clasifica directamente para la Final Four. Es la despedida de Hombrados, quien 48 horas despu¨¦s se presentar¨¢ a las elecciones a la presidencia de la Federaci¨®n Espa?ola; una despedida que ser¨¢ la de toda Espa?a, tras su paso por la Selecci¨®n, la SAFA, el Cantabria, el Teucro, el Ademar, el San Antonio, el Ciudad Real y el Atl¨¦tico, donde empez¨® y ahora acaba. Es, en definitiva, un gran partido de balonmano. De los que pocas veces se pueden ver en Espa?a.