Berna no tuvo segunda vuelta
A los aficionados del Bar?a nos persigue un fantasma, el de Berna, cada vez que se nos pone cuesta arriba un partido de la Copa de Europa. Aquella tragedia s¨®lo tuvo una vuelta, la ¨²nica, y la perdi¨® el Bar?a ante el Benfica, merced a una serie de circunstancias tr¨¢gicas que de vez en cuando retornan a nuestras pesadillas. Anoche se produjo una de esas jornadas en las que recordamos el desastre de Berna como una piedra negra. Esta vez, sin embargo, las desgracias no acompa?aron al resultado sino en t¨¦rminos relativos. Pudo haber sido una victoria suficiente; pero primero el ¨¢rbitro y luego las lesiones deslucieron el regreso de Tito al banquillo y el homenaje que el equipo quiso rendirle a ¨¦l y a Messi en una segunda parte heroica.
El Bar?a dio lecciones de juego sereno, a pesar de que en una y otra parte ese estilete sueco de nombre Ibrahimovic llev¨® al paroxismo su evidente ansia de gol y de venganza. En esa tarea tuvo la complicidad del ¨¢rbitro, que le dej¨® marcar desde una posici¨®n ilegal el tanto que hac¨ªa el primer empate. Despu¨¦s de otras indecisiones desfavorables para los azulgrana el mismo ¨¢rbitro concedi¨® un penalti que parec¨ªa compensar, aunque con justicia, aquel fuera de juego que le regal¨® al sueco. Las dos lesiones, Messi y Mascherano, son equivalentes a aquellos desgraciados recuerdos de los postes cuadrados de Berna. Pero esta vez hay segunda parte. Sin Messi o con ¨¦l, este Bar?a heroico de la segunda parte se vengar¨¢ de Berna. Y de Par¨ªs.