Roura embarra la v¨ªspera del Cl¨¢sico
Roura se desmarc¨® ayer del discurso del Bar?a durante estos a?os de ejemplaridad y se?al¨® a Undiano antes de que comience el partido. Le acusa, en esencia, de haber sido demasiado permisivo con el Madrid en la final de Copa de Valencia, que gan¨® el Madrid en la pr¨®rroga. La recuerdo como una buena final, con superioridad del Madrid en la primera parte, juego excelso del Bar?a en la segunda, tres paradas antol¨®gicas de Casillas que Mourinho nunca podr¨¢ agradecer lo bastante, el gol anulado a Pedro "por dos cent¨ªmetros" (Guardiola hizo la mili en top¨®grafos, tengo entendido) y el gol de Cristiano en la pr¨®rroga.
Una gran final, en suma, de la que el Bar?a se fue relativamente conforme, todo lo conforme que se puede ir el que pierde. Ahora Roura echa la mirada atr¨¢s y se queja de la permisividad de Undiano en aquel partido y a m¨ª se me ocurre que de lo que se queja en realidad es de otra cosa. Se queja del partido del Bernab¨¦u. El Bar?a se fue del Bernab¨¦u con la idea renovada de que el Madrid le cort¨® el f¨²tbol con faltas, en la confianza de que no se las pitar¨ªan todas. Y de que cada falta pitada es un ataque frenado. Y cada falta no pitada, un contraataque peligroso asegurado. Esa es la pesadilla del Bar?a.
Y Roura, solo o en compa?¨ªa intelectual de otros, le lanza esa presi¨®n previa a Undiano, el ¨¢rbitro de aquella final de Copa. Por ah¨ª andan copias del partido. La primera y m¨¢s feroz patada se la dio Busquets a Xabi Alonso. Una patada que sonroja a¨²n hoy. Siendo cierto que al Madrid le convienen m¨¢s los Cl¨¢sicos endurecidos y que al Bar?a le viene mejor acunarlos, Roura ha escogido un mal ejemplo. Y hasta creo que encender esa mecha no le viene bien. En condiciones normales de presi¨®n y temperatura, el Bar?a tiene ventaja. En caso de zafarrancho, la tiene el Madrid. Creo que a Roura le ha dictado el miedo.