Dopaje impune para el se?or juez
Los acontecimientos del pasado viernes, especialmente que el Tribunal Supremo haya anulado el positivo de Roberto Heras en la Vuelta a Espa?a 2005 por un error de procedimiento, me han empujado a echar la vista atr¨¢s y a reflexionar. Y sin necesidad de profundizar mucho, he deducido que la lucha contra el dopaje en este pa¨ªs ha sido m¨¢s ruidosa que efectiva en los ¨²ltimos a?os¡ En realidad, hemos avanzado muy poco. Y me explico.
Cuando Jes¨²s Manzano denunci¨® en AS las pr¨¢cticas a las que se someti¨® en el equipo Kelme-Comunitat Valenciana, lo hizo en un contexto en el que Espa?a era un para¨ªso del dopaje. As¨ª nos ve¨ªan desde fuera, y no sin raz¨®n. En aquellos a?os, nuestros deportistas solo daban positivo en el extranjero: ah¨ª est¨¢n los casos de Johan Muehlegg, Alberto Garc¨ªa, Fran P¨¦rez, Santi P¨¦rez¡ Aqu¨ª, los controles eran est¨¦riles. Y como tampoco ten¨ªamos una Ley Antidopaje, las fuerzas de seguridad no se esmeraban mucho en perseguir algo que no estaba castigado.
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En este contexto habl¨® Manzano en 2004. Un a?o y medio despu¨¦s, Roberto Heras daba positivo con EPO en la Vuelta 2005. Su caso pon¨ªa por fin alas a la lucha antidopaje espa?ola. Jaime Lissavetzky, entonces secretario de Estado para el Deporte, puso mucho ah¨ªnco en que el expediente saliera adelante, porque sab¨ªa de su importancia para restaurar la credibilidad. Poco despu¨¦s, en mayo de 2006, la Guardia Civil destapaba la Operaci¨®n Puerto, que ten¨ªa como origen las mismas denuncias que hizo Manzano en 2004. Y donde, curiosamente, tambi¨¦n aparec¨ªa el nombre de Heras. Era la primera investigaci¨®n en torno a las redes de dopaje del deporte profesional.
Pero algo se fue torciendo desde entonces. El juez instructor de la causa no quiso en ning¨²n momento facilitar las pruebas (las famosas bolsas de sangre, las grabaciones¡) para incoar expedientes administrativos, que sin embargo s¨ª prosperaban en el extranjero (recordemos que Valverde fue sancionado en Italia, no en Espa?a). Y hasta sobresey¨® el caso, que fue reabierto por los recursos presentados por la Abogac¨ªa del Estado. Y ah¨ª es cuando descubrimos que aunque hubiera una voluntad ¡®pol¨ªtica¡¯ de luchar contra el dopaje (por primera vez en la historia, por cierto), esas buenas intenciones iban a chocar constantemente contra la Justicia espa?ola. Y en esas seguimos.
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Han pasado ocho a?os desde el caso Manzano, seis desde la Operaci¨®n Puerto, ?y qu¨¦? Pues que ya tenemos una Ley Antidopaje, que se aprob¨® en 2007 y que se est¨¢ reformando en estos momentos, pero no soluciona (ni va a solucionar totalmente) el problema del trasvase de las pruebas. Y como nuestro derecho es muy garantista, fuera de Espa?a no lo entienden, especialmente los anglosajones, y la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) nos tira de las orejas una y otra vez.
No hemos ganado en credibilidad, sino todo lo contrario. La Operaci¨®n Galgo se archiv¨® por un error de procedimiento en las grabaciones, aunque en esas grabaciones quedara claro que hab¨ªa una conducta reprochable (no lo digo yo, lo dice la sentencia). El positivo de Heras se ha anulado ahora por un defecto de forma, que no desmiente en absoluto que hubiera EPO en su orina. El pr¨®ximo mes comenzar¨¢ el juicio de la Operaci¨®n Puerto, pero ser¨¢ por un presunto delito contra la salud p¨²blica, por lo que de nada sirve el reconocimiento expreso de varios acusados de haber realizado transfusiones, porque lo que estar¨¢ en cuesti¨®n ser¨¢ el da?o f¨ªsico producido con esas pr¨¢cticas.
Pongo el ejemplo de tres casos, tres, en los que ha quedado claro que s¨ª hubo una pr¨¢ctica de dopaje. Pero la Justicia espa?ola no juzga eso. Y as¨ª la credibilidad se tambalea. Por ello no es casualidad que, paralelamente, el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) tumbe continuamente las decisiones de las federaciones espa?olas: Alberto Contador, Paquillo Fern¨¢ndez, Alejandro Valverde, Josephine Onyia¡
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Fuera no nos creen, ni nos van a creer. Los positivos y las operaciones policiales quedan en entredicho por las decisiones posteriores de los juzgados espa?oles. Para colmo, la AMA ha suspendido ahora tres meses al Laboratorio de Madrid por un error en la manipulaci¨®n de los frascos. Un hecho que, por desgracia, carga de argumentos tanto a nuestros detractores exteriores, como a nuestros garantistas interiores.
Como dije al principio, s¨ª han pasado muchas cosas desde 2004. Muchas. Y me pregunto: ?para qu¨¦ han servido? Me da la sensaci¨®n, y ojal¨¢ me equivoque, de que ha habido m¨¢s ruido que otra cosa. Y ahora la patata caliente ya no est¨¢ en la voluntad pol¨ªtica, sino en la voluntad jur¨ªdica. No hemos avanzado tanto¡ No hemos avanzado casi nada. Antes intu¨ªamos que pod¨ªa haber dopaje. Ahora lo sabemos con certeza. Y, aun as¨ª, muchos tramposos siguen sin castigo.