Capel: pena, realidad y delicadeza
Vender a Diego Capel debe ser mucho m¨¢s dif¨ªcil que anunciar un fr¨ªo acuerdo con el Sporting de Lisboa por 3,5 millones de euros. Capel es otro tesoro de la cantera del Sevilla, que lo recogi¨® del La Mas¨ªa y lo hizo hombre y estupendo futbolista. Internacional absoluto en los primeros d¨ªas de Del Bosque, jugador competitivo. Tal vez poco est¨¦tico por alguna conducci¨®n interminable, pero alborotador, provocador de faltas y con recorrido. Valorado por los entrenadores. Capel es el autor de un gol tan hist¨®rico como el de la final de Copa de 2010. Es cierto que ha entrado en recesi¨®n, pero tambi¨¦n porque su techo pareci¨® alt¨ªsimo. Hace un tiempo cuatro millones hubiesen parecido poca cosa, ahora son razonables. Y es seguro que a Monchi no le har¨¢ especialmente feliz vender a un tipo de la casa, pero s¨®lo de ese rinconcito, la izquierda, pod¨ªa sacar petr¨®leo el Sevilla este verano. Hay que entender al Sevilla y, el d¨ªa que se despida de su afici¨®n, aplaudir a Capel.
El nombre ahora en Costa Ballena, donde reina la armon¨ªa como ayer se demostr¨® en el partido entre t¨¦cnicos y periodistas (1-1, talento plumilla) es Giovani. Esa perla ilusiona. Le toca a Del Nido.