A un d¨ªa del fin del mundo¡ otra vez
?Pero qu¨¦ cabrones! (Con perd¨®n). Como dec¨ªamos la semana pasada, el juez David Doty convirti¨® en ganadora la mano de la asociaci¨®n de jugadores cuando sentenci¨® que los propietarios no pod¨ªan acceder a los 4.000 millones de d¨®lares que hab¨ªan conseguido de las televisiones para financiar el cierre laboral. Y, claro, ahora son los jugadores los que se han puesto chulos. Poco m¨¢s de 24 horas para que termine el plazo para el lockout, y los propietarios est¨¢n ¡®pelaos¡¯, con la mano del muerto y ya se han jugado hasta el reloj.

Para empezar, DeMaurice Smith, el ‘sheriff’ de los jugadores (director ejecutivo de la NFLPA), ha dicho que de 18 partidos de temporada regular nada, que ni de broma. La expresión es suficientemente significativa: “ese tema no va con nosotros”. Según Smith, la NFL ni siquiera ha presentado una propuesta formal sobre el asunto. Pero además, asegura categórico que los deportistas no están dispuestos a jugar dos partidos más, y que ni siquiera los quieren los aficionados. Os parecerá increíble, pero por lo que estoy leyendo en diferentes sitios, los propietarios parecen haber dado por perdida esa batalla para centrarse en otras cuestiones.
El asunto de la escala salaria para novatos sí que parece resuelto. No han trascendido los términos del acuerdo, pero parece que ya hay una tabla aprobada por las dos partes para que los jugadores elegidos en el draft tengan un sueldo innegociable en función del puesto de su selección. Algunos dicen que serán contratos con garantizados muy inferiores a los conseguidos en las últimas temporadas, pero que podrían inflarse significativamente por objetivos. Pero esto último solo son rumores. Lo seguro es que en ese asunto ya hay acuerdo.

Parece que en el porcentaje del reparto de ingresos también hay un acuerdo, aunque por mucho que he buscado no he encontrado cómo se repartirá la tarta. Hasta ahora era 60% para los jugadores y 40% para los propietarios. Ese porcentaje se dividía en muchas partidas que tampoco es cuestión de explicar ahora. El problema actual es que los propietarios han puesto un ‘pero’ que ha vuelto a bloquear las negociaciones.
Los due?os de los clubes ped¨ªan 1.000 millones de d¨®lares que se excluir¨ªan del porcentaje sobre los ingresos. Ese dinero servir¨ªa para financiar los cr¨¦ditos y gastos de operaciones. Para que lo entend¨¢is, usando los n¨²meros de la temporada pasada, de los 9.000 millones de ingresos que consigui¨® la NFL en 2010, 1.000 se ir¨ªan directamente a los propietarios y los 8.000 restantes se repartir¨ªan en los porcentajes negociados (lo de ¡°repartir¨ªan¡± es algo incorrecto, pero vosotros lo entend¨¦is). Los jugadores le han hecho a los propietarios una ¡®butifarra¡¯ con pedorreta y les han dicho que si quieren una cantidad garantizada, que abran sus libros de par en par para confirmar que de verdad necesitan ese dinero para sobrevivir. Los due?os de los clubes han hecho una contraoferta, proponiendo que la cantidad sea solo de 800 millones y que las cuentas se abran solo un poquito. La butifarra con pedorreta se ha repetido y ah¨ª est¨¢n otra vez, con poco m¨¢s de un d¨ªa de margen, cada cual en su trinchera y lanz¨¢ndose andanadas.

Smith, que cuando se pone borde es bastante divertido (si todo esto tuviera algo de gracia, claro) ha dicho que la información financiera que necesitan para aprobar ese fijo es la que justificaría que los propietarios merezcan un regalo de un cheque de 5.000.000.000 dólares. Y es que tal vez no sepáis que el acuerdo que se está buscando parece que será por cinco años.
Vamos, que en 2016 estamos todos invitados a otra fiesta como la presente, con Goodell vestido de saltimbanqui y Smith de domador de leones. Aunque, entre nosotros, espero que estos dos personajes desaparezcan de nuestras vidas lo antes posible y para siempre.
La NFL afirma que muchos de sus libros contienen informaci¨®n confidencial que no puede ser entregada. Seg¨²n el principal negociador de la liga, Jeff Pash, la NFL est¨¢ dispuesta a aportar informaci¨®n hasta un punto. Afirma que hay algunos libros a los que ni siquiera tienen acceso los propios clubes, o que, por ejemplo, los contratos televisivos tienen cl¨¢usulas de confidencialidad que impiden su entrega total a la asociaci¨®n de jugadores. A pesar de eso, la NFL sigue abriendo cada vez m¨¢s puertas para intentar contentar a los jugadores, pero al contrario de lo que suced¨ªa hace poco m¨¢s de diez d¨ªas, ahora es la NFLPA la que no est¨¢ dispuesta a ceder. Seg¨²n Smith: ¡°Hemos solicitado el acceso a una COMPLETA AUDITOR?A del estado financiero desde mayo de 2009¡± y sigue: ¡°La informaci¨®n que se nos est¨¢ ofreciendo no es la que pedimos¡±.
Pero es que, además, Smith amenaza con demandar a la NFL para que un juez dictamine que la liga este obligada a divulgar todas sus cuentas. En ese caso la confidencialidad desaparecería de la NFL.
Y claro, la NFL no está dispuesta a llegar a eso, y afirma que en convenios anteriores ya se aprobó que los propietarios recibieran una cantidad muy similar a la que ahora piden para asegurar sus cuentas. También ha ofrecido, en las últimas horas, los datos de rentabilidad de cada club desde 2005 hasta 2009 avalados por un auditor independiente. 2010 y los datos globales aún siguen excluidos. Malo…
Fijaos, creo que el problema es complicado, porque en el tema de abrir los libros de cuentas las dos partes tienen razón.
En caso de que cada uno siga encampanado en su postura, volvemos a la misma historia que ya os conté hace una semana. Opción 1: nueva prórroga para seguir negociando, aburrimiento generalizado y tensa espera. Opción 2: cierre patronal, demanda por monopolio, guerra mundial y posible fin del mundo.
¿Qué preferís, susto o muerte?