Sobre el esp¨ªritu del juego
Antes de ver al ingl¨¦s Jonny Wilkinson, de ver a los galeses cantar su himno, de disfrutar del juego a la mano de Francia, de aventurar cualquier pron¨®stico en esta edici¨®n del Seis Naciones, hago una reflexi¨®n sobre el esp¨ªritu del juego del rugby y lo comparo, inevitablemente, y muy a pesar m¨ªo, con el deporte rey, el f¨²tbol. Y dentro del f¨²tbol me refiero a una jugada muy concreta, la expulsi¨®n del madridista Cristiano Ronaldo. Una jugada que jam¨¢s hubiera sido expulsi¨®n en rugby. Primero, porque el que comete la infracci¨®n es el defensa, que intenta destruir el juego. Como consecuencia de ello, recibe un pu?etazo que involuntariamente le rompe la nariz. Si en rugby un jugador comente una infracci¨®n para destruir una jugada de ataque, se arriesga a que le pase algo, sabe que el culpable es ¨¦l, es ¨¦l el que debe excusarse y aguantar como un hombre el enfado de su rival, al que no deja jugar.
Y como hombres, sus compa?eros deben recriminarle la acci¨®n y no rodear al ¨¢rbitro para que expulse al jugador molestado. Ese es el esp¨ªritu del juego que vemos en el rugby, un esp¨ªritu que comparte Cristiano Ronaldo, abrumado por la expulsi¨®n y un esp¨ªritu del que carece el ¨¢rbitro que le expuls¨®, y el comit¨¦ que le sancion¨® con dos partidos. En rugby eso mismo hubiera sido un dispatare. Y que quede claro que digo esto sintiendo poca simpat¨ªa por el Real Madrid, pero respeto al m¨¢ximo el esp¨ªritu del juego, algo que siempre est¨¢ presente en el juego de este deporte llamado Rugby.