Hay que encontrar el cerebro que desequilibre
S¨ª, lo s¨¦. La caja del club del Manzanares no est¨¢ para muchas alegr¨ªas. Pero si queremos que este equipo est¨¦, por fin, la pr¨®xima temporada a la altura de su laureado pasado, tenemos que hacer el esfuerzo de encontrar y fichar un cerebro en el centro del campo. Si no es as¨ª, volveremos a ser ese equipo desestructurado, que s¨®lo es capaz de jugar bien a r¨¢fagas y al amparo de la sobredosis de talento que atesora una de las delanteras m¨¢s explosivas que hay en Europa. Necesitamos, como el comer, un medio centro ofensivo que ponga orden, d¨¦ sentido al juego colectivo del equipo y pueda rentabilizar, todav¨ªa m¨¢s, la calidad individual de Kun y Forl¨¢n. Si echamos la mirada atr¨¢s, vemos que nuestros mejores momentos tuvieron sus propios cerebros en el centro del campo.
Bernd Schuster fue el que llev¨® la batuta del equipo rojiblanco a principios de los noventa y Pantic fue el que lo hizo en el doblete. Ambos fueron los arquitectos de los espor¨¢dicos momentos de gloria que hemos vivido en los ¨²ltimos a?os. Ya es hora de dejar de ver en todos los partidos a jugadores como Forl¨¢n, el propio Ag¨¹ero o Simao tienen que buscar balones en la medular para tratar de armar el juego ofensivo del Atl¨¦tico. Es vital asegurarnos un jugador que saque la pelota jugada y consiga que todo el mundo entienda a lo que jugamos. Un buen centrocampista es el salto de calidad imprescindible para estar en el lugar que nos corresponde. Encontrar este futbolista desequilibrante debe ser ahora mismo el gran objetivo de la direcci¨®n deportiva de la entidad rojiblanca.